La comunidad indígena wayúu, asentada en la península de la Guajira, al extremo norte de Colombia y Venezuela y donde el sol del trópico reverbera doce horas cada día, obtendrá electricidad de esa fuente por primera vez, con la instalación de paneles fotovoltaicos en Casuasín, uno de los poblados de esa estepa. «Esta comunidad nunca había contado con electricidad. Ahora será posible refrigerar las medicinas, lo que ayudará a disminuir la mortalidad en el área», dijo a Tierramérica Daniel Escalona, del Ministerio de Ambiente.
Con el proyecto, que cuesta 15 mil dólares, también se espera reducir el uso de la leña como combustible, para aliviar el impacto depredador sobre la vegetación de la casi desértica Guajira.