La comunidad de pescadores de San Francisco, en Macanao, la zona más remota y árida de la isla venezolana de Margarita, estrenará en agosto una planta desalinizadora para aliviar la sed de ese poblado de 3.500 habitantes .
La desalinización se realizará por ósmosis inversa, un proceso de filtración.
Se procesarán hasta 500 mil litros diarios «sin ocasionar daños al ambiente, porque no se trabaja con químicos y el agua no se extrae directamente del mar sino de pozos en el subsuelo», explicó a Tierramérica Omar Elena, principal ingeniero del proyecto en la nororiental isla.
Seis kilómetros de tuberías abastecerán las humildes casas de San Francisco, reemplazando el esporádico servicio de camiones-cisterna, dijo a Tierramérica Olga Umpiérrez, del Ministerio del Ambiente.
Esta es la segunda planta de su tipo en territorio insular. La primera se instaló en la Isla de Gran Roque, al norte de Caracas.