La corrupción y complicidad de las autoridades permiten el funcionamiento en México de unos 20 delfinarios donde más de la mitad de los cetáceos mueren tempranamente por neumonía, estrés y traumatismos producidos por golpes. Aunque en los delfinarios hay un «maltrato crónico en todos los sentidos», estos siguen operando por la corrupción y al pago de sobornos y favores, aseguró a Tierramérica Yolanda Alaniz, coautora, junto a Laura Rojas, del libro «Delfinarios», que comenzó a circular esta semana en México.
Oficialmente se indica que habría unos 270 delfines en cautiverio en México y que de 1997 a 2005 fallecieron 48, pero las autoras sostienen que tales números están subestimados. En su investigación citan varios casos que demuestran que en los delfinarios hay una alta mortalidad.