El anuncio de Estados Unidos de establecer una estación lunar en el espacio para 2020 y utilizarla como base para llegar a Marte fue considerado por críticos locales como una movida política del presidente George W. Bush en busca de elementos visionarios que contribuyan a su reelección en noviembre. “El reto principal es contar con un compromiso de largo plazo del público con la exploración espacial humana y con el deseo político de proveer los recursos necesarios para hacerlo”, dijo a Tierramérica John M. Logsdon, director del Instituto de Política Espacial de la estadounidense Universidad George Washington.
Un viaje al planeta rojo podría tomar entre 18 y 30 meses de ida y vuelta, “se debe descubrir si es así, y cómo los humanos pueden hacer un viaje tan largo”, acotó Logsdon.
Más de 90 por ciento del presupuesto para los primeros cinco años del nuevo proyecto espacial deberá provenir de la reubicación de fondos existentes en la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio, NASA, lo que implica reducción o eliminación de otros proyectos.
