El «cerrado», un tipo de sabana que ocupa una vasta área central y occidental de Brasil, desaparecerá hacia 2030 si su deforestación continúa al ritmo actual, según la organización ambientalista Conservación Internacional. De 204 millones de hectáreas de esa sabana, 57 por ciento fueron deforestadas para construcción de represas y usos agrícolas, ganaderos y de extracción de carbón. Hace 10 años, la parte deforestada era de 37 por ciento.
La pérdida anual de 2,6 millones de hectáreas de bosque reduce una de las mayores biodiversidades del mundo, escasamente estudiada y protegida y amenaza a 142 especies de anfibios, 52 de ellas anfibias, según el investigador Reuber Brandão.
El estado de Mato Grosso, el de mayor expansión agrícola en el centro-oeste, es acusado de liderar la deforestación, pero su gobernador, Blairo Maggi, gran productor de soja, alegó que se explota 58 por ciento del área de «cerrado», menos de 65 por ciento de lo que permite la ley.
