El auge del etanol incentiva el avance de los cañaverales en Roraima, el estado más septentrional de Brasil, por su clima definido y sus tierras planas, ideales para la recolección mecanizada. José Alberto Mattioni, de la Empresa Brasileña de Investigaciones Agropecuarias (Embrapa) en Roraima, informó a Tierramérica que en el noroeste del estado hay cerca de un millón de hectáreas disponibles para nuevas plantaciones.
«No hay necesidad de ocupar áreas de la Amazonia. Embrapa jamás incentivaría la utilización de áreas de bosque para uso agrícola», destacó. Algunas comunidades indígenas ya manifestaron interés en plantar caña en Roraima.
Por lo menos dos usinas deben empezar a funcionar allí en 2009, con vistas a abastecer de biocombustible a la vecina Venezuela.