Siete organizaciones ecologistas del meridional estado brasileño de Rio Grande do Sul reclamaron a la justicia federal que las plantaciones de eucalipto sólo sean autorizadas si cumplen con estudios de impacto ambiental. La preocupación se debe al avance de la silvicultura en el sur de Brasil, capitaneado por las fábricas de celulosa de papel Votorantin, Aracruz y Stora Enso.
«Exigimos que tanto las empresas como los gobiernos estadual y federal cumplan la legislación ambiental en los proyectos de silvicultura, pues las plantaciones de eucalipto (Eucaliptus camaldulensis) son liberadas con criterios más blandos», dijo a Tierramérica Edi Xavier, presidenta de la demandante Asociación Gaúcha de Protección al Ambiente Natural.
Los ambientalistas denuncian que las plantaciones a gran escala generan enormes riesgos al bioma de llanuras del sur y quieren evitar los estragos causados por el sector en otros estados brasileños.