DROGAS-BIRMANIA: Exagerados elogios de la ONU

Los aplausos de la ONU a la dictadura de Birmania por la caída de los cultivos de adormidera (amapola), principal insumo de la heroína, son exagerados, según miembros de la etnia shan y activistas de derechos humanos.

Tampoco puede ignorarse que los generales birmanos apostados en territorio shan continúan lucrando con el narcotráfico, advierten estas fuentes.

Los planes de erradicación de cultivos de adormidera fracasarán hasta que no se ataque la conexión entre los militares y los cultivos, dijo el director de la Agencia de Noticias Heraldo Shan (SHAN, por sus siglas en inglés), Khuensai Jaiyen.

El periodista, cuya agencia informa desde Tailandia sobre los acontecimientos en el territorio del nordeste de Birmania de donde es originaria la etnia shan, aseguró que "la causa profunda del problema es la participación del ejército en el narcotráfico".

"Con los militares lucrando a todo nivel, nadie duda que los planes de erradicación de cultivos de la junta no son serios", agregó, al presentar un informe sobre el asunto. "Se cultiva más amapola hoy en zonas dominadas por el ejército que en el resto del territorio del estado de Shan."

El crecimiento de la presencia militar en el área deja en evidencia lo lucrativo del vínculo, indicó. "Hasta 1988 había en Shan 33 batallones. Ahora son 141", sostuvo.

El vínculo entre esos cultivos y el aumento de las tropas es atribuida por el periodista a una política de la junta según la cual cada batallón debe sostenerse a sí mismo. "Cada unidad militar debe recaudar dinero en su localidad para pagar sus gastos. Los oficiales son los que más se aprovechan de esto", dijo a IPS.

Activistas de derechos humanos muestran preocupación por los programas de "desarrollo" introducidos por agencias de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para desalentar a los cultivadores de adormidera en Shan, estimados en entre 250.000 y 300.000.

"A esta gente no se le da libertad de elegir entre los proyectos que consideran mejores. Con frecuencia, se los imponen", dijo David Scott Mathieson, asesor de la organización de derechos humanos Human Rights Watch dedicado a cuestiones birmanas.

"Éste no es modo de procurar un desarrollo adecuado", añadió. "Es un enfoque de arriba hacia abajo. La participación de la comunidad debe ser lo primero, pues la población debe tener plena libertad de involucrarse en los proyectos de desarrollo local."

Investigaciones en la zona revelan que los proyectos de sustitución de cultivos "trata a la población local como si fueran receptores pasivos de asistencia", advirtió. "Algunos de los proyectos fracasan porque la gente no se involucra en sus propios términois."

La Oficina contra la Droga y el Delito de la ONU (Unodc) aplaudió a Birmania en junio, en su informe anual. Los cultivos de adormidera en ese país, según la agencia, habían caído 35 por ciento en 2006, reduciéndose a 21.500 hectáreas. Por lo tanto, evaluaba, la reducción en un decenio había ascendido a 83 por ciento.

"Entre 1998 y 2006, la participación del sudeste asiático en el total mundial de cultivos de adormidera cayó de 67 a apenas 12 por ciento", indicó la Unodc. "Buena parte de esta caída se debe al gran descenso de los cultivos en Myanmar", el nombre que la dictadura eligió para el país.

Birmania, gobernada por militares desde el golpe de Estado de 1962, es parte del infame Triángulo Dorado de cultivo de adormidera. Los otros territorios son parte de Laos y el nordeste de Tailandia.

La junta militar birmana ha usado su campaña contra las drogas para mejorar su imagen ante la comunidad internacional y obtener asistencia.

Las fuerzas armadas, que cuentan con 400.000 soldados, desarrollan una fuerte represión y apuntan, además de contra los partidos democráticos, a los movimientos rebeldes étnicos, entre ellos los de la etnia shan.

La represión al cultivo de opio en el estado de Shan comenzó en 1999, luego de un acuerdo entre la junta y organizaciones locales, algunas de ellas separatistas, según el cual se debía librar la zona de adormidera para 2014.

En 2005, narcotraficantes de la comunidad wa, vecinos de los shan, anunciaron sus propios planes de erradicación de cultivos. Ese año, la Unodc aseguró que la adormidera en Shan ya no cubría 44.200 hectáreas, como en el año anterior, sino 32.800.

La agencia trabajó con otra de la ONU, el Programa Mundial de Alimentos (PMA), para ayudar a las comunidades a cambiar de cultivos. Así, muchas familias perdieron 60 por ciento de sus ingresos, lo que hundió a muchas en la pobreza.

Pero el PMA no tiene libertad para distribuir alimentos ni para trabajar con las comunidades locales. "En Shan sólo podemos operar en áreas donde el gobierno nos lo permite", dijo Paul Risley, portavoz de la división asiática de la agencia.

"Los controles de caminos y los bloqueos dificultan mucho el pasaje de alimentos, lo cual impide a los agricultores vender adecuadamente su producción", afirmó.

La Unodc admitió que el clima de represión y la falta de paz en Birmania socavan sus programas.

"No es posible erradicar la adormidera a menos que haya paz y seguridad en Myanmar", dijo Xavier Bouan, el experto regional en sustitución de cultivos de la Unodc en Birmania.

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