El gobierno de Brasil propuso un camino «intermedio» entre crear un nuevo organismo internacional para tratar con más eficacia los problemas ambientales globales y fortalecer el existente Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma).
La iniciativa de Brasil tiene el "objetivo fundamental de crear un espacio de coordinación" dentro de las Naciones Unidas, "con responsabilidades normativas, de cooperación y de financiamiento" en la temática ambiental, según João Paulo Capobianco, secretario ejecutivo de Medio Ambiente del gobierno brasileño.
"La nuestra es una propuesta intermedia que no alteraría al Pnuma", subrayó Capobianco en la conferencia de prensa que clausuró los dos días de la Reunión Ministerial sobre Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable: Desafíos para la Gobernanza Internacional, que se celebró en Río de Janeiro el lunes y este martes, con asistencia de 22 países.
El propósito del encuentro, convocado por Brasil, fue retomar los debates pendientes de la Conferencia de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y el Desarrollo, realizada en Río de Janeiro en 1992, sobre todo en cuanto al cumplimiento de los acuerdos internacionales emanados de aquella cumbre.
La alternativa brasileña surgió ante "la polarización" entre la "propuesta de Francia" que busca transformar el Pnuma en una Organización de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, con mandato y recursos suficientes, y la de otros países que proponen en cambio fortalecer a esa agencia de las Naciones Unidas, explicó Capobianco, junto a la ministra de Brasil, Marina Silva.
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Brasil propone una suerte de "agencia paraguas", que coordine cuestiones de reglamentación ambiental, financiamiento y cooperación, contribuyendo "a la cohesión y eficacia de las instancias ya existentes", sostuvo Silva. La iniciativa "sorprendió positivamente y creó una nueva base de negociación entre la Unión Europea y los países en desarrollo", añadió la ministra de Ambiente.
"Estoy segura de que la opción brasileña será una contribución para esas posiciones polarizadas", dijo Silva.
La necesidad de discutir una nueva alternativa de gestión internacional surgió por el consenso mundial de que "ante la crisis ambiental que estamos viviendo, la gobernabilidad ambiental no es satisfactoria", según Silva.
Además del Pnuma, considerada por los participantes una agencia con recursos insuficientes para cumplir sus muchos mandatos, la comunidad internacional ha creado múltiples foros vinculados al seguimiento y cumplimiento de otros tantos tratados internacionales sobre ambiente.
Durante el primer día del encuentro, la ministra Silva había dicho que resultaba "embarazoso" justificar la existencia de tantos organismos y reuniones ambientales y, al mismo tiempo constatar "los alarmantes indicadores de degradación ambiental del planeta".
Hay la necesidad de "unificar el debate" sobre ambiente y desarrollo sostenible, ya que cuando fue organizada la estructura de Naciones Unidas todavía no había "noción de la importancia del medio ambiente", explicó.
Este punto de vista fue subrayado también por el canciller de Brasil, Celso Amorim, durante la apertura del encuentro el lunes.
"Los grandes desafíos de 15, 10 y hasta cinco años atrás se agravaron", dijo Amorim en su discurso inicial. "No podemos esperar a que ese cuadro empeore", agregó.
Al encuentro, en la antigua sede de la cancillería brasileña, el Palacio de Itamaraty de Río de Janeiro, asistieron los ministros de Ambiente Roberto Dobles, de Costa Rica, Jean-Louis Borloo, de Francia, Marthinus van Schalkwyk, de Sudáfrica, Djibo Ka, de Senegal, Humberto Rosa, de Portugal, y Phil Woolas, de Gran Bretaña.
Los demás países enviaron delegaciones gubernamentales vinculadas al área ambiental o diplomáticas.
