Perú necesita invertir unos 200 millones de dólares para remediar los pasivos ambientales que dejaron las minas inactivas o abandonadas, según fuentes gubernamentales. Los «pasivos ambientales mineros» son instalaciones, efluentes, emisiones y depósitos de residuos de las minas inactivas o abandonadas, que constituyen un riesgo ambiental permanente.
Desde 1992, las concesiones mineras incluyen el compromiso de las empresas de adoptar medidas para reducir y revertir el impacto negativo de sus actividades.
Pero hay más de 700 zonas con materiales peligrosos de explotaciones anteriores.
El Ministerio de Energía y Minas intentará identificar y ubicar a los responsables para obligarlos a celebrar contratos de remediación ambiental, dijo el diputado Luis Flores, vicepresidente de la Comisión de Ambiente y Ecología del Congreso.
Y el Estado deberá asumir progresivamente los costos de explotaciones mineras muy antiguas, cuyas empresas titulares ya no existan.
«Tendremos que recurrir a los recursos del Fondo Nacional del Ambiente y, además,buscar financiamiento externo, como el del Fondo de las Américas», dijo Flores.