En 2006 empezará a operar un centro de observación climático de gran altitud en México, que será el primero de su tipo en Mesoamérica y el Caribe. Ubicado a más de cuatro mil metros sobre el nivel del mar, medirá entre otros indicadores, el ozono de gran altitud y el dióxido de carbono, gases que alteran la salud del planeta.
“Haciendo una analogía, diríamos que desde el nuevo centro vamos a tomar la presión y a medir el azúcar, el colesterol y el pulso del planeta”, dijo a Tierramérica Luis Roberto Acosta, coordinador del proyecto y director en México del Sistema Internacional de Monitoreo Ambiental.
Será el vigésimo cuarto centro de observación climático de su tipo en el mundo y se ubicará en un lugar llamado el Cofre de Perote en el estado de Veracruz, en las costas del golfo de México. Los instrumentos de medición serán otorgados por la Administración de Océanos y Atmósfera de Estados Unidos (NOAA son sus siglas en inglés).
“Desde hace 10 años vimos que era necesario tener un centro de monitoreo de gran altura en la zona de Mesoamérica y por fin ahora tenemos cronograma y dinero para lograrlo”, señaló el científico. El centro tendrá un costo de alrededor de 1,8 millones de dólares.