Los habitantes del occidental municipio hondureño de Tomalá optaron hace un año por no quemar más bosque para sembrar, y proteger las microcuencas. El alcalde de Tomalá, Marco Tulio Aguilar, dijo a Tierramérica que la idea es convertirse en un «municipio verde» que permita a sus pobladores «ejecutar prácticas amigables con el ambiente, pero también garantizar calidad de vida para nuestros hijos y los habitantes del departamento de Lempira», de unos 250 mil habitantes y uno de los tres más pobres del país.
Ha dado «excelentes resultados» abandonar la quema del bosque, reforestar cuencas y microcuencas de la zona, y brindar a la población, incluyendo a los niños, talleres y charlas de educación ambiental, afirmó.
Las acciones de prevención y reforestación se concentran en las microcuencas que rodean el río San Francisco, cerca de la frontera con El Salvador.
