El gobierno de Honduras prometió proteger al sacerdote salvadoreño Andrés Tamayo y demás participantes en la prevista Marcha Nacional por la Vida, luego de que un cura párroco allegado a ese líder religioso salió ileso hace una semana de un atentado, en el nororiental departamento de Olancho. «He instruido a la policía y las Fuerzas Armadas para que den la protección debida a los manifestantes cuando salgan de los diversos puntos del país» en la movilización, del 24 al 30 de este mes, indicó el presidente Ricardo Maduro.
Bertha Oliva, del Comité de Familiares Detenidos-Desaparecidos en Honduras y una de las organizadoras de la marcha, dijo a Tierramérica que Tamayo iba a acompañar al cura Juan Pagoada, » pero problemas de última hora impidieron que se subiera al carro» contra el que se atentó.
«Tenemos evidencias concretas que el atentado iba dirigido a Tamayo, pero somos conscientes que la vida sólo se defiende con la vida. No somos ambientalistas románticos ni peregrinos que vamos a marchar por ponernos a dieta», afirmó.