Un grupo de ecologistas hondureños logró que el gobierno revocara una licencia ambiental para construir casas de montaña en el parque nacional «La Tigra», zona clave de cuencas hidrográficas y reserva forestal que rodea a la capital. Mauricio Velasco, de la Asociación Amigos de la Tigra (Amitigra), dijo a Tierramérica que ese grupo comprobó «irregularidades en los permisos y concesiones ambientales» a la empresa Jamar Comercial Industrial, que iba a construir los chalés.
En cuatro meses de campaña fue preciso afrontar «muchas presiones y luchar contra la impunidad», pero el resultado garantiza la protección de recursos naturales, comentó.
La Secretaria del Ambiente y la Procuraduría del Ambiente habían autorizado las construcciones en el corazón de La Tigra, en violación de la ley vigente. El 6 de este mes, la ministra del Ambiente, Patricia Panting, aceptó que hubo un error de procedimiento y revocó el permiso