El lago guatemalteco de Atitlán, ubicado 140 kilómetros al oeste de la capital y considerado el más bello del país, es contaminado con agroquímicos y desechos humanos de pueblos vecinos, restaurantes y hoteles. Los agroquímicos son usados por 75 por ciento de los agricultores que laboran en torno al lago, cuya cuenca abarca 547 mil 752 metros cuadrados, dijo a Tierramérica Julio Urrea, gobernador del centro-occidental departamento de Sololá.
Las autoridades ambientales realizarán una campaña para que no se arroje basura a calles y ríos, y se dragará el río San Francisco, que es el mayor portador de contaminación hacia el lago, apuntó.
La ubicación de la mayor parte de los vertederos irregulares de basura determina que los desechos sean arrastrados al lago por las lluvias, explicó a Tierramérica Víctor Arriaza, delegado de la Autoridad para el Manejo Sustentable de la Cuenca del Lago de Atitlán y su Entorno.