La gestión del presidente venezolano Hugo Chávez a favor de un acuerdo para liberar rehenes de la guerrilla colombiana rindió prontos frutos. El principal anuncio de este viernes, tras la cumbre con su par de Colombia, Álvaro Uribe, es el inicio de diálogos en Caracas con las insurgentes FARC.
"Ya es mutuo acuerdo", adelantó a IPS una fuente cercana al encuentro. Uribe aceptó el jueves por la noche la propuesta de Chávez, a la que previamente habían accedido las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia).
Se tratará de "diálogos exclusivamente sobre el tema del acuerdo humanitario", un canje de 10 civiles, como la ex senadora Ingrid Betancourt, tres contratistas estadounidenses del contrainsurgente Plan Colombia y 34 policías y militares capturados por las FARC en combates, por 400 guerrilleros presos.
"Si eso sale bien, ese mecanismo queda activado" para retomar en el futuro diálogos de paz, agregó la fuente. Colombia lleva más de cuatro décadas de guerra civil.
"Me parece de la mayor importancia que se pueda dar un diálogo que beneficie a las familias y a los propios privados de la libertad", dijo a IPS desde el exterior el coordinador residente y humanitario de las Naciones Unidas en Colombia, el italiano Bruno Moro.
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"Esperamos que esto pueda servir como una fase de acercamiento que facilite un diálogo político", agregó.
A instancias de la senadora opositora colombiana Piedad Córdoba, Chávez aceptó hace menos de dos semanas asumir gestiones por la mutua liberación, que fueron bien recibidas por Bogotá.
El ingreso de Chávez a la estancada escena del canje, cuyos prisioneros más antiguos son dos militares que en diciembre cumplirán 10 años en manos de la guerrilla, consiguió que Uribe accediera a sentar a su gobierno cara a cara con las FARC, una organización a la que califica de terrorista.
El mandatario venezolano logró también que las FARC admitieran negociar fuera de territorio colombiano.
Pero el intercambio físico de rehenes y presos se daría en Colombia, según la contrapropuesta guerrillera.
Negociar fuera de territorio colombiano era un recurso descartado por la cúpula guerrillera a partir del fracaso de diálogos de paz sostenidos con gobiernos anteriores en Caracas y en Tlaxcala, México, en los años 90.
Al cerrar la puerta a negociaciones fuera de este país, se volvió imperativo desmilitarizar una zona para que las partes pudieran dialogar, como en efecto sucedió entre enero de 1999 y febrero de 2002 en la región del Caguán, sur de Colombia, durante el gobierno de Andrés Pastrana (1998-2002), con resultados nulos.
Además, Chávez "quiere que en Caracas exista una oficina de las FARC, para tener una interlocución directa con ellos", adelantó la fuente a IPS.
En el escenario surgido esta semana, la etapa más prolongada e intensa de la negociación por el canje se haría en Caracas, y el intercambio se puede volver una operación de pocos días que requiera apenas de corredores humanitarios garantizados internacionalmente.
Uribe se ha negado a despejar militarmente cualquier porción del territorio colombiano para negociar con las FARC.
Su otra posición inamovible es que se niega a que los guerrilleros liberados vuelvan a empuñar las armas, para la cual Chávez y Córdoba tienen ya una fórmula, que sería planteada durante las negociaciones en la capital venezolana.
El presidente venezolano llegó en la mañana de este viernes a la capital colombiana para cumplir una agenda oficial de seis horas.
En una caravana de 15 vehículos blindados se dirigió a la Hacienda Presidencial Hato Grande, 20 kilómetros al norte de Bogotá., donde Uribe pernoctó para recibirlo.
En la mañana, el mandatario colombiano se reunió con la senadora Córdoba, nombrada por él facilitadora del acuerdo humanitario, y con el alto comisionado de Paz, Luis Carlos Restrepo.
Chávez sostendrá, por iniciativa propia, una actividad adicional: reunirse con familiares de guerrilleros presos en la sede de la embajada venezolana en Bogotá y con directivos de medios de comunicación de este país.
La reunión de Chávez con directivos y columnistas de medios colombianos fue una propuesta de la gestión venezolana y la facilitación colombiana.
Dicho encuentro se acordó "porque todo el proyecto puede fracasar si los directores de medios siguen oponiéndose a la idea del canje. Desde que comenzó la iniciativa de Piedad (Córdoba), los medios en general asumieron una actitud crítica", dijo la fuente, cercana a la senadora.
"Se busca bajarle el volumen a la oposición al canje", agregó.
De hecho, tan pronto Uribe nombró a Córdoba facilitadora del acuerdo humanitario, también autorizó a su ministro de Agricultura, Andrés Felipe Arias, a iniciar una campaña paralela contra el despeje militar, a la cual "todos los medios le dan espacio", añadió la fuente. Arias está recorriendo el país en funciones de ministro, ofreciendo beneficios de ciertos programas gubernamentales y vistiendo él mismo y obsequiando camisetas impresas con lemas contra el despeje militar.
Eso sí, Arias no lució esa prenda cuando acompañó a Uribe al encuentro con Chávez en Hato Grande.
El segundo anuncio de la cumbre de este viernes, un pedido de Bogotá refrendado en la víspera, es que Venezuela suspende su retiro de la Comunidad Andina de Naciones (de la que forman parte además Bolivia, Ecuador y Perú), resuelto en abril de 2006.
En la agenda de Chávez por el acuerdo humanitario figura un próximo encuentro con su par francés Nicolas Sarkozy, quien desde el día de su investidura, el 16 de mayo, ejerce fuerte presión sobre Uribe y logró la liberación sin condiciones del guerrillero de las FARC Rodrigo Granda, capturado en una operación irregular en Caracas en diciembre de 2004.
