Atónito por la libertad otorgada en Argentina a Enrique Arancibia Clavel, condenado a reclusión perpetua por el asesinato del general chileno Carlos Prats y su esposa, el representante del Estado de Chile en ese juicio dijo a IPS que analizaba pedir la nulidad del beneficio.
"Desde que me enteré estoy en contacto con la embajada chilena para ver cómo podemos revocar esta medida increíble, a través de un planteo de nulidad", dijo el abogado argentino Alejandro Carrió, autor del libro "Los crímenes del Cóndor" sobre la coordinación represiva de las dictaduras del Cono Sur americano en los años 70 y 80.
Según la defensa del chileno Arancibia Clavel, la justicia argentina le concedió la libertad condicional hace un mes al ex agente de la policía secreta del régimen del fallecido Augusto Pinochet (1973-1990), la temible DINA. Sin embargo, la medida se conoció este martes.
Arancibia Clavel deberá presentarse periódicamente ante la justicia, guardar buena conducta, y no podrá salir del país sin autorización judicial, pero gozará de libertad de movimiento dentro del territorio argentino. La familia de Prats en Chile anunció que estudia también realizar una presentación contra esta resolución.
Una de sus hijas, Angélica Prats, se manifestó "desconcertada" por la liberación. "Se hizo un esfuerzo tan grande por hacer justicia en los casos de derechos humanos y resulta que la justicia argentina permite un desajuste de este tipo", añadió indignada.
El ex agente había sido condenado en 2000 a reclusión perpetua por el asesinato de Prats, que fue jefe del ejército y ministro de Defensa del depuesto presidente chileno Salvador Allende (1971-1973) y de su esposa, Sofía Cuthbert, en un ataque explosivo perpetrado el 30 de septiembre de 1974 en Buenos Aires.
Pero la libertad le fue otorgada por otro tribunal federal que en 2004 lo había condenado a 12 años de prisión por el secuestro y torturas cometidas contra las chilenas Laura Elgueta Díaz y Sonia Díaz Ureta, secuestradas por la DINA en Argentina.
Los jueces se basaron en una norma del código penal, derogada tres años atrás, según la cual a partir de los dos años de prisión preventiva, cada año de detención sin sentencia firme se cuenta doble. Arancibia Clavel llevaba preso más de 11 años. Pero el tribunal hizo el cómputo con independencia de la condena por el caso Prats, de mayor peso.
"Es insólito, va contra todo sentido común", dijo a IPS Elgueta, quien fue además testigo contra Arancibia Clavel en Argentina. La mujer dijo sentir "estupor" por la decisión judicial y exigió "una explicación" al tribunal.
La familia Elgueta está preocupada además porque Arancibia Clavel pueda fugarse, puesto que está acusado también de la desaparición en Buenos Aires de Luis Elgueta Díaz en 1976.
Este es otro caso enmarcado en las acciones del Plan Cóndor, y se está investigando en tres países, Chile, Argentina y España, explicó Laura Elgueta.
La resolución plantea la paradoja de que el acusado habría continuado en prisión si sólo hubiera sido condenado por el crimen de Prats, señaló Carrió.
Pero "aun en la interpretación más generosa de la norma, el cómputo de dos por uno indica que Arancibia debía salir dentro de dos años", estimó el letrado.
Para Elgueta, es "un equívoco" pretender que las víctimas de violaciones a los derechos humanos deban inhibirse de sumar acusaciones contra sus agresores para evitar que salgan en libertad.
Ex cadete de la Escuela Militar de Chile, Arancibia Clavel fue representante de la DINA en Argentina entre 1974 y 1978 y coordinaba un grupo de 10 personas dedicadas a perseguir a ciudadanos chilenos que, tras el golpe de Estado perpetrado por Pinochet en 1973, buscaban refugio en Argentina.
Organizaciones chilenas de derechos humanos le adjudicaron muchos delitos durante ese período en Argentina. En rigor, Arancibia Clavel había llegado a Buenos Aires a comienzos de los años 70, huyendo de la justicia militar de su país que lo acusaba de participar en ataques explosivos.
Prats y su esposa vivían en el barrio de Palermo, en Buenos Aires. Según la pesquisa, fue el ex agente de la estadounidense CIA Michael Townley quien detonó el explosivo en el automóvil de la pareja. Ambos murieron en el acto, y Townley huyó del país.
En 1989, la justicia argentina libró una orden de captura contra Arancibia Clavel por su participación como autor mediato de la muerte Prats y Cuthbert. Pero, si bien vivía en Argentina, fue detenido apenas en 1996. La justicia lo condenó a reclusión perpetua por asociación ilícita y doble homicidio.
En el código penal argentino, esa pena equivale a 20 años de prisión efectiva. La sentencia quedó firme en 2005 tras una serie de apelaciones hasta el dictamen final de la Corte Suprema de Justicia, que estimó que los crímenes de Arancibia Clavel eran imprescriptibles por tratarse de delitos de lesa humanidad.
Pero apenas dos años después de esa sentencia, el ex agente quedó en libertad.
* Con aporte de Daniela Estrada (Chile).