El presidente de Taiwan, Chen Shui-bian, visita América Central impulsado por el temor a seguir perdiendo aliados en la región, como le ocurrió con Costa Rica, que rompió relaciones diplomáticas para reestablecerlas con China.
La gira de Chen, que llegó este viernes a El Salvador, refleja el interés de Taiwan en ajustar los vínculos que mantiene desde hace décadas con esta región y que hoy comienzan a resquebrajarse de la mano de la penetración comercial china, según analistas.
"Estos movimientos indican la ansiedad (de los taiwaneses) tras el giro tico (costarricense)" del 6 de junio, explicó a IPS Napoleón Campos, politólogo y especialista en política internacional.
Es que los países de América Central y de buena parte del Caribe son en realidad casi el único respaldo internacional que le queda desde hace dos décadas a Taiwan, considerado por China una provincia renegada, recordó.
Los países centroamericanos han brindado su apoyo incondicional para que Taiwan recobre su lugar oficial en la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que perdió en 1971 cuando fue reconocido China.
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Ese escaso reconocimiento internacional es esgrimido por Beijing para recuperar el territorio insular perdido en 1949, cuando los líderes del partido nacionalista Kuomintang huyeron del continente chino tras ser derrotados por las fuerzas comunistas y establecieron un gobierno en el lugar.
Taiwán es también miembro observador del Sistema de Integración Centroamericano (SICA) y es socio extra-regional del Banco Centroamericano para la Integración Económica (BCIE), entre otras acreditaciones.
Los analistas entienden que esta región americana se ha convertido en un verdadero tablero de ajedrez para los dos países asiáticos que forcejean más allá del ámbito comercial. El apoyo diplomático es el fin último.
Una fuente de la cancillería hondureña recordó a IPS que su país "mantiene una relación de apoyo y amistad con Taiwán y le dará su respaldo para el reingreso a la ONU", cuando el asunto se trate en septiembre, pero no desmintió las versiones periodísticas acerca de posibles cambios en el futuro en las relaciones entre ambos estados.
El establecimiento de relaciones comerciales entre Honduras y China coincide, al parecer no casualmente, con esos comentarios, que también se han extendido hacia Guatemala, El Salvador, Nicaragua y Panamá, todos con un discurso benévolo hacia Taiwán pero sin dejar de mirar hacia el gigante asiático.
Costa Rica rompió relaciones de forma abrupta con Taiwan a comienzos de junio, tras 63 años de cooperación económica y diplomática. Hoy China se convirtió en su socio estratégico, al pasar el intercambio comercial de 630 millones de dólares en 2004 a 1.7000 millones en 2006.
Un ejemplo de ese acercamiento fue la llegada al istmo esta semana, mientras el presidente taiwanés pisaba el mismo territorio, de una misión china liderada por la viceministra de Comercio, Ma Xiuhong, para "reinaugurar" las relaciones con los costarricenses y pedir al resto de países de la zona que razonen sobre las conveniencias de establecer lazos con Beijing.
La empresa guatemalteca de comida rápida Pollo Campero ya ha iniciado negociaciones para abrir una cadena de restaurantes en China.
Además, empresarios salvadoreños se han pronunciado por el establecimiento de relaciones comerciales con China, aunque manteniéndolas con Taiwán.
La gira de Chen, que finalizará a comienzos de la semana próxima en Nicaragua, es "para reforzar sus vínculos fraternales existentes desde hace décadas con los países hermanos" de América Central, dijo a IPS Marcos Chan, consejero de prensa de la embajada taiwanesa en San Salvador, tras negar que haya preocupación en el gobierno que representa por la decisión de San José.
Chan, sin embargo, cuestionó a Costa Rica. "Lamentamos muchísimo la decisión tomada por el presidente (Óscar) Arias, porque hemos brindado muchísimos proyectos de cooperación para que ese país pueda desarrollarse en la industria informática y en educación", apuntó en buen español.
El presidente Chen llegó el martes a Honduras, donde se reunió con su par Manuel Zelaya, y en la víspera se agregaron para una reunión conjunta los mandatarios Antonio Saca, de El Salvador, y Óscar Berger, de Guatemala, los vicepresidentes Jaime Morales, de Nicaragua, y Rubén Arosamena, de Panamá, además de la vicecanciller de República Dominicana, Clara Quiñónez, y del primer ministro de Belice, Said Musa.
Los gobernantes centroamericanos agradecieron a Taiwán por "la cooperación otorgada por su país en apoyo a los esfuerzos que realizan para impulsar su desarrollo económico y social", según el comunicado emitido al término del encuentro, concretado en Zambrano, a unos 40 kilómetros de la capital hondureña.
Fuentes consultadas por IPS se mostraron, empero, suspicaces ante el envío de funcionarios de segundo nivel por parte de Nicaragua, Panamá y República Dominicana, ya que recuerdan que Costa Rica actuó de forma similar en la reunión de cancilleres realizada en Belice en mayo, cuando "la suerte entre Taiwán y los ticos" ya estaba echada.
Chen arribó a El Salvador, donde permanecerá hasta este domingo, aunque sólo sostendrán una reunión privada de no más de una hora, según la agenda difundida revelada por la cancillería salvadoreña. Posteriormente partirá a Nicaragua.
Taiwán y El Salvador han mantenido relaciones comerciales desde hace varios años y la cooperación asiática ha sido continua.
Los taiwaneses enviaron unos seis millones de dólares a El Salvador para fines de reconstrucción tras los desbastadores terremotos de enero y febrero de 2001 y unos 300.000 dólares para paliar las consecuencias de la tormenta tropical Stan de 2005.
Datos proporcionados por la embajada de Taipei en San Salvador indican que
Las exportaciones salvadoreñas hacia Taiwán totalizaron 2,4 millones de dólares en 2003 y casi nueve millones en 2006, mientras que las inversiones de las empresas del país asiático en el pequeño estado centroamericano alcanzan a los 80 millones.
Entre 2000 y 2004, el volumen del comercio entre Taiwán y la región de América Central y el Caribe ascendió a 3.310 millones dólares, según cifras de la cancillería salvadoreña
A pesar de este importante movimiento comercial, el político Campos vislumbra que la astucia de China y las circunstancias históricas se impondrán.
"La mentalidad china es mucho más compleja, paciente, inteligente y abierta de lo que suponemos los centroamericanos", puntualizó.