Radio Caracas Televisión (RCTV), que fue el canal más popular en Venezuela y quedó sin licencia el 27 de mayo, volvió a verse a través de una señal por suscripción 50 días después, cuando todavía brotaban protestas por la sanción recibida.
"Aunque seguimos denunciando que nos cerraron por pensar diferente, y luchando porque nos devuelvan nuestra señal abierta, teníamos que abrir una ventana", expuso Eladio Lares, presidente de RCTV, al dar inicio a las nuevas transmisiones.
Establecida en 1953, RCTV es la emisora de televisión más antigua de Venezuela y fue la de mayor sintonía en muchos de sus años de funcionamiento como un canal de variedades, de estilo estadounidense, con unos 3.000 empleados. Mantuvo una línea editorial de oposición al gobierno de Hugo Chávez, quien ordenó no renovarle la concesión.
El regreso de RCTV "demuestra que el Estado no vulneró la libertad de expresión, la televisora sale de nuevo al aire, al igual que otros canales que operan por abonados", indicó el veterano político y periodista José Vicente Rangel y quien fue vicepresidente de Venezuela hasta el pasado enero. "La reversión al Estado de una concesión no tiene nada que ver con la libertad de expresión", recalcó Rangel, comentarista político en otra televisora privada.
El comunicólogo Oscar Lucien dijo a IPS que "la reaparición de RCTV es relativa, porque un muy vasto sector de la población, precisamente el más humilde, no accede a la televisión por suscripción y es el más golpeado por un gobierno que se dice popular".
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La televisión de señal abierta penetra en 97 por ciento de los 6,3 millones de hogares en que viven 27,2 millones de venezolanos, en tanto las redes de cable y satelitales por suscripción apenas llegan a 25 por ciento de esas viviendas, según datos de la empresa evaluadora TGI Latina y la Cámara Venezolana de Televisión por Suscripción.
En ciudades como la occidental Maracaibo, capital petrolera, la penetración de la televisión por abonados alcanza a 67 por ciento por de los hogares, pero en Caracas es baja, sólo 27 por ciento. Las cuatro principales distribuidoras de la señal por suscripción dan cuenta de alzas en sus ventas desde que en diciembre Chávez anunció que no se renovaría la señal a RCTV.
Lucien, profesor de posgrado en Comunicación en la Universidad Central de Venezuela y crítico de la gestión de Chávez, insistió en que "el cierre de RCTV y su reaparición se producen en un marco perverso, de cerco a la libertad de expresión".
Rasgos de ese cerco serían "el control directo o indirecto del gobierno sobre cada vez más medios audiovisuales, incluida la televisora que recibió la señal abierta y los equipos que antes tenía RCTV, y la intimidación, por vías de hecho, judiciales o tributarias, a periodistas, columnistas y medios, haciendo avanzar la autocensura", cuestionó el experto.
Agregó a ello "las crecientes limitaciones para acceder a la información pública, para que los ciudadanos se enteren a través de medios independientes de lo que hace o no el Estado, y también las alocuciones presidenciales en largas cadenas de radio y TV".
Las cadenas presidenciales, unas 200 al año según el comunicólogo Antonio Pasquali, despuntan como nueva manzana de la discordia entre el gobierno y la televisión privada.
El ministro de Comunicación e Información, Willian Lara, anunció que propondrá una reforma a la Ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisión para que las estaciones por suscripción transmitan obligatoriamente las cadenas oficiales.
Esa reforma puede producirse de manera expedita dado que la Asamblea Nacional (parlamento unicameral) está conformada en su totalidad por legisladores oficialistas, debido a que la oposición no se presentó a las elecciones de 2005 para renovar ese cuerpo.
"Ojalá que eso no sea así. En casa acabamos de contratar Directv (la televisión de suscripción por satélite que cuesta entre 25 y 75 dólares mensuales) para ver 'Mi prima Ciela' (una telenovela de RCTV) y que los niños vean otra cosa cuando vengan las cadenas", dijo a IPS Auristela González, de 42 años, empleada de una compañía de limpieza.
Mario Seijas, presidente de la Cámara Venezolana de Televisión por Suscripción, adelantó que las emisiones desde el exterior, por razones técnicas, de contratos y de derechos de autor, no pueden ser interrumpidas para dar paso a las cadenas. "No existe tecnología que nos permita hacer eso", insistió.
En cambio, la estación que reapareció como "RCTV Internacional", al emitir desde suelo venezolano, sí estará obligada a sumarse a la cadena oficial, como los demás canales de televisión que operan en el país.
Hasta ahora, sin embargo, se ha exceptuado a la cadena regional Telesur, auspiciada por los gobiernos de Argentina, Cuba, Uruguay y Venezuela.
RCTV mantuvo al reaparecer esta semana la misma programación que sostenía antes de apagar sus emisiones en señal abierta, aunque anunció que agregará más espacios informativos, de entrevistas y de opinión.
Su salida del aire en mayo fue rechazada por entre 70 y 80 por ciento de los consultados por las encuestadoras Datanálisis e Hinterlaces, empresas acusadas de parciales por el gobierno que, sin embargo, no aportó cifras propias.
La cara más visible del rechazo fueron las manifestaciones estudiantiles convocadas con el reclamo "por la libertad de expresión" y luego "por los derechos civiles", que llevaron a la calle casi a diario y en una docena de ciudades a decenas de miles de universitarios en marchas y otras expresiones de protesta inspiradas en figuras y esquemas de la no-violencia.
Cuando RCTV comenzó sus emisiones, todavía un pizarrón de 400 metros en una avenida caraqueña, ideado por los estudiantes, recogía expresiones de ciudadanos en defensa de la libertad de expresión y de la autonomía de las universidades estatales.
En el exterior, el tema RCTV llevó al gobierno a chocar con asociaciones empresariales de medios de comunicación, de defensa de los derechos humanos, con algunos gobiernos y parlamentos de América y de Europa, individualidades y entidades multilaterales, amén de que llovieron críticas desde influyentes periódicos y emisoras de televisión.
Incluso alcanzó al trámite de ingreso de Venezuela al Mercado Común del Sur (Mercosur), creado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.
En los parlamentos brasileño y paraguayo, el caso RCTV avivó reticencias a ratificar la adhesión plena de Venezuela al Mercosur. Con RCTV ya en el aire, el ex presidente argentino Carlos Menem (1989-1999) dijo el miércoles que se trataba de "una buena noticia tras una decisión arbitraria" y criticó al actual mandatario de su país, Néstor Kirchner, por su "silencio cómplice". En la otra acera, su compatriota y presidente de la Comisión de Representación Permanente del Mercosur, Carlos "Chacho" Álvarez, afirmó que "la prensa en Venezuela goza de total libertad".
"Veo que es un país donde los opositores hablan, están en la prensa; no hay ninguna mordaza, hay diarios opositores. El quite de la licencia a RCTV está dentro de las facultades que tiene el Poder Ejecutivo. No podemos inmiscuirnos en esa decisión", remarcó Álvarez.
En Venezuela, en tanto, las polémicas e interrogantes por la salida del aire de RCTV y su reingreso a los hogares por vía de suscripción, lucen lejos de terminar, mientras sigue la pugna entre el gobierno izquierdista y los medios de comunicación nacionales e internacionales que registran con críticas su discurso y su quehacer.