Diez pequeños tiburones de la especie gata (Ginglymostoma cirratum), cuya madre fue vendida por pescadores, fueron rescatados en la venezolana isla de Margarita, en el Caribe al noreste de Caracas, por científicos del Centro de Investigación de Tiburones (CIT). «Sus condiciones son buenas. Esta especie es resistente a la manipulación y eso es una ventaja para realizar estudios», dijo a Tierramérica Rafael Tavares, investigador del CIT. A su juicio, poblaciones de otras especies como el tiburón macuira (Carcharhinus limbatus) y el cazón amarillo (Carcharhinus acronotus) han mermado en el Caribe sudoriental debido a la sobreexplotación.
En Venezuela no hay restricciones para la pesca comercial de tiburones vivos o muertos, y los ejemplares jóvenes son apetecidos para varios platillos típicos. «En una pesquería comercial de tiburones es común que se capturen hembras grávidas, sobre todo si las faenas de pesca se realizan durante las épocas de reproducción o nacimiento», señaló Tavares
