El gobierno de Valencia, 80 kilómetros al oeste de Caracas, emprendió un programa de saneamiento del vertedero de desechos sólidos La Guásima, cuyo costo será de 2,5 millones de dólares, y contempla construir una planta de tratamiento, fosas de clasificación y lagunas de lixiviados, informó el alcalde Argenis Loreto. Tanto en La Guásima como en La Bonanza, irónico nombre del basural de Caracas, «trabajan centenares de personas recolectando desechos reutilizables pero expuestas a enfermedades, debido a que los residuos peligrosos provenientes de los hospitales no son separados de los demás», señaló a Tierramérica Giorgio Restori, de la organización no gubernamental Participemos.
Según Rosa María Gil, directora de Ambiente en Valencia, unas mil 500 personas trabajan en La Guásima. En Venezuela no hay una política ni programas de envergadura para la clasificación de desechos antes de su recolección