Artistas, ambientalistas, educadores e historiadores se han propuesto erigir un Museo Ecológico del Lago de Maracaibo, sobre una plataforma en ese cuerpo de agua junto al malecón de la ciudad homónima, capital petrolera del occidente venezolano. «El lago y su cuenca son un gran mundo encerrado entre ramales de la cordillera de los Andes pero abierto como un estuario al Caribe, y queremos dotar a su población de instrumentos para el estudio de su pasado, presente y futuro, es decir, para su conservación», dijo a Tierramérica el historiador Germán Cardozo, animador del proyecto.
El museo contará con salas de exposiciones, centro audiovisual y un centro de estudio regional de historia y arquitectura petroleras, y de los transportes que han surcado ese lago de 12 mil 870 kilómetros cuadrados, cuya cuenca fue, durante décadas, el mayor emporio petrolero de América del Sur.