Sin necesidad de varillas de hierro ni cemento, mujeres de la colonia Campo Cielo, en la periferia de la capital hondureña y altamente insegura, comenzaron hace cuatro meses la construcción de viviendas ecológicas con arena, tierra y botellas de plástico, y ya muestran orgullosas las primeras. El grupo, denominado Mujeres Unidas, decidió usar técnicas amigables con la naturaleza aunque al comienzo «la idea parecía descabellada», dijo a Tierramérica Bessy Lara, mostrando la oficina que ahora tiene su organización.
«Todas las mujeres del grupo trabajamos recogiendo envases de plástico no retornables y rellenándolos con tierra o arena», para construir casas y tanques de agua con capacidad para unos 25 barriles, explicó.
“La gente cree que sólo se puede vivir en casas de cemento y ladrillo, pero no es así», comentó Andreas Froese, consultor de la Misión Irlandesa de la Iglesia Católica (Trocaire), que apoya la iniciativa.
