La Fiscalía del Medio Ambiente hondureña investiga a la estatal empresa de energía eléctrica y a la Corporación Hondureña de Desarrollo Forestal por una masiva tala en la cuenca del río Guacerique. El Guacerique es afluente de la represa de Los Laureles, responsable a su vez de un tercio del abastecimiento de agua potable a la capital, cuyo nivel ha descendido mucho debido a la deforestación, obligando a racionar el líquido.
Aldo Santos, fiscal del ambiente, dijo a Tierramérica que en diciembre se autorizó cortar unos dos mil cien árboles en la zona, pero se terminaron talando tres mil 600 pinos y «hay vicios de irregularidad en la autorización».
La cuenca es una zona de reserva donde está prohibido cortar pinos y «se ha producido un daño ambiental irremediable. Nuestras investigaciones apuntan que todo se hizo sin obtener permiso de licencia ambiental y es preciso deducir daños a los responsables», apuntó.