La sequía ha provocado daños en unas 24 mil 500 hectáreas de cultivos de maíz en el norteño departamento guatemalteco del Petén. «Desde diciembre no llueve por estos lugares. Sembré dos hectáreas de maíz y quizá pueda sacar 15 quintales (sacos de 46 kilos), cuando en otros años cosechaba 40 quintales por hectárea», se quejó Luis Ordóñez, uno de los afectados.
El campesino dijo a Tierramérica, durante una visita a la capital en el marco de demandas de asistencia gubernamental, que los daños afectan a más de 30 mil agricultores del Petén, cuya superficie de unos 20 mil 750 kilómetros cuadrados es mayor que la de El Salvador.
Las lluvias tienden a ser menores en el norte y oeste del país desde 2001, y ese fenómeno ha destruido cultivos de frijol y maíz, dedicados principalmente al autoconsumo, aumentando los niveles de desnutrición y provocando la muerte de decenas de niños
