Pescadores artesanales en el guatemalteco lago de Izabal, el principal del país con unos mil kilómetros cuadrados, denunciaron un aumento de pesca ilegal «indiscriminada» que realizan contrabandistas, que podría extinguir varias especies. Pedro Jiménez, presidente de la Asociación Pesquera del Polochic, dijo a Tierramérica que personas sin licencia pescan con trasmallos de arrastre de tres mil metros, aunque el máximo autorizado es 600 metros.
Si esa práctica continúa, «en unos dos años habrán desaparecido varias especies», de peces y tortugas, así como los manatíes (Trichechus manatus).
Hugo Mérida, coordinador regional de la Unidad de Manejo de la Pesca y Acuicultura, comentó que ante la denuncia realizarán patrullajes con apoyo policial para confiscar equipos de pesca ilegales y sancionar a sus propietarios.