Un proyecto ambiental universitario aplicado en varias escuelas de la capital cubana intenta crear en niños y adolescentes una conciencia ecológica que contribuya a proteger la bahía de La Habana, un ecosistema altamente contaminado por desechos domésticos e industriales de la ciudad. El programa «Creemos en la esperanza» incluye la formación de promotores ambientales universitarios y la creación de círculos de interés entre estudiantes de cuatro de los 10 municipios que conforman la cuenca hidrográfica, habitada por unas 800 mil personas, donde se encuentra la rada habanera.
Mediante charlas, talleres, recorridos por la comunidad, acciones de saneamiento de áreas de uso público y juegos didácticos, niños y jóvenes adquieren conocimientos sobre lo que se puede hacer para revertir la degradación ambiental de la bahía, dijo a Tierramérica Yordanis Puerta de Armas, especialista en educación ambiental.
