Las torrenciales lluvias que afectaron esta semana a Costa Rica y provocaron dos muertos y pérdidas económicas que superarán los 20 millones de dólares, demostraron la fragilidad de los sistemas de prevención de desastres en ese país, reconoció una fuente oficial. “Tenemos una red de emergencias y hemos capacitado a la población para enfrentarlas, pero fenómenos como estos (las últimas lluvias) revelan que aún nos falta mucho por hacer”, dijo a Tierramérica Lidier Esquivel, director de gestión de desastres de la Comisión Nacional de Prevención de Riesgos de Costa Rica.
Las costas del Caribe costarricense, afectadas por graves problemas ambientales, sufrieron en menos de tres días lluvias equiparables a las precipitaciones que registra todo un mes de temporada invernal.
“Fue muy difícil anticiparse al problema, pues no se esperaban lluvias de tal magnitud. Sin embargo, también faltó una respuesta más eficaz de la población”, señaló Esquivel en entrevista telefónica desde San José.