La Comisión Regional de Medio Ambiente (Corema) de la región del Bíobio, en el sur de Chile, ordenó paralizar la construcción de la planta de celulosa Itata, diseñada para un volumen de producción mayor al autorizado según denunciaron hace dos meses grupos ecologistas. Itata, situada unos 480 kilómetros al sur de la capital, es propiedad de Celulosa Arauco y Constitución (Celco), del grupo empresarial Angelini, acusado de provocar una masiva mortandad de cisnes de cuello negro (Cygnus malencoryphus) en el santuario natural de Río Cruces de la sureña provincia de Valdivia, por contaminación de otra planta de celulosa.
El intendente (autoridad designada por el gobierno central) de Bíobio, Jaime Tohá, explicó a Tierramérica que Celco modificó profundamente la propuesta original presentada a la Corema, al aumentar las 550 mil toneladas anuales de producción previstas a 856 mil toneladas.
