Una sequía está afectando al Pantanal Matogrossense, un llano inundable de 210 mil kilómetros cuadrados en el centro-oeste de Brasil, mientras la Amazonia está superando cinco meses de fuerte estiaje. Una tradicional regla que mide el nivel del Río Paraguay, en Ladario, cerca de la frontera con Bolivia, ya bajó a 88 centímetros, superando la menguante anterior, de 2001. Y debe bajar más, ya que escasearon las lluvias en sus nacientes.
Sergio Galdino, hidrólogo de la Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria, dijo a Tierramérica que teme que esté empezando una nueva sequía, similar a la de 1964-1973, cuando las aguas descendieron por debajo del punto en que está instalada la regla desde 1900.
El vaciamiento del Río Paraguay, en cuya cuenca está el Pantanal, afecta al transporte fluvial y estimula la pesca depredadora, pero favorece a la agropecuaria, liberando tierras fértiles antes inundadas.