Las siembras transgénicas tendrán rápida expansión en Brasil, ahora que la Ley de Bioseguridad, aprobada por el Congreso el 2 de este mes, permite legalizar esa tecnología. Así lo indica la competencia desatada entre empresas que desarrollan variedades de semillas, sobre todo de soja. La estatal Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria (Embrapa) exhibió ocho variedades de soja genéticamente modificada esta semana en una feria en la meridional ciudad de Nao-Me-Toque.
«Son especiales para el cultivo en el sur de Brasil», muy productivas y resistentes a plagas, explicó a Tierramérica Paulo Bertagnolli, experto en mejoramiento de soja de la Embrapa, que ya desarrolló también variedades transgénicas adaptadas a otros ecosistemas.
Los agricultores demostraron «enorme interés», pero las semillas autorizadas tardarán muchos años en conquistar el mercado. Los sojicultores «se acostumbraron» a las ilegales, contrabandeadas de Argentina, que son menos productivas y trajeron plagas, lamentó Bertagnolli.