Noventa y cuatro por ciento de las escuelas brasileñas incluye educación ambiental en sus programas, como asignatura regular o en proyectos específicos, según el censo escolar 2004, que cubre a 215 mil centros de estudios. Tres años antes, ese porcentaje era de 61,2, por lo que el aumento es alentador. “Pero no se puede esperar que la calidad en términos de consistencia conceptual y continuidad acompañe una expansión tan rápida”, dijo a Tierramérica Luiz Ferraro, técnico del Ministerio de Medio Ambiente, señalando hablar a título personal.
Su ministerio y el de Educación forman educadores ambientales, tanto entre profesores como sindicalistas, campesinos y comunidades vinculadas a ecosistemas importantes, como los ribereños, explicó.