Vecinos de la localidad de Bouwer, en la central provincia argentina de Córdoba, resisten con movilizaciones callejeras el establecimiento de un depósito transitorio de 12 toneladas de DDT (dicloro difenil tricloroetano) y otros plaguicidas altamente tóxicos. Hace seis meses, la Fundación para la Defensa del Ambiente (Funam) denunció ante la justicia la existencia de un depósito de tóxicos del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria en la capital de Córdoba.
Este mes la justicia dispuso que el Servicio debía retirar de allí las sustancias peligrosas, y el organismo decidió trasladarlas a una planta de tratamiento de residuos en la vecina provincia de Santa Fe. Pero allí se negaron a recibirlos y la carga quedó transitoriamente en Bouwer, a sólo 10 kilómetros de la capital cordobesa.
Raúl Montenegro, de la Funam, dijo a Tierramérica que el destino final debería ser Francia o Bélgica, donde hay plantas capaces de neutralizar los tóxicos.
