El convaleciente líder cubano Fidel Castro dejó claro esta semana que mantendrá y hasta podría aumentar su presencia en los medios de comunicación, pero no dio señales que indiquen un retorno a corto o mediano plazo a sus responsabilidades gubernamentales.
"Lo veo más repuesto, coherente en su pensamiento, pero me hubiera gustado que hablara algo de la situación del país", comentó, algo decepcionada, una señora de 70 años que se confesó "fidelista de nacimiento", tras la nueva aparición en televisión del líder cubano.
Castro compareció en el programa de televisión Mesa Redonda, donde habló extensamente de la visita a esta isla del dirigente vietnamita Nong Duc Manh, mostró admiración por el desarrollo logrado por ese país asiático e hizo gala de un buen estado de ánimo.
Es la primera vez en más de 10 meses que Castro, sometido a varias intervenciones quirúrgicas por complicaciones intestinales, concede declaraciones a la televisión cubana, que hasta ahora sólo había mostrado imágenes del gobernante mientras recibía determinadas visitas en su lecho de enfermo.
"Les digo a mis compatriotas que estoy haciendo lo que ahora debo hacer y nada más porque no hay ningún secreto. Más claro no se puede hablar", comentó Castro, quien consideró difícil ocultar actualmente algo sobre cualquier persona o gobernante con el nivel tecnológico de que disponen los servicios de inteligencia.
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El mandatario de 80 años contó, en la entrevista emitida la noche del martes, que su miopía se redujo con los años y ha tenido "la suerte" de no ser atacado por la presbicia, forma de hiperopía o hipermetropía que se adquiere como consecuencia de la edad avanzada.
El líder cubano brindó el 23 de mayo detalles hasta ese momento desconocidos para la mayoría de la población cubana, al señalar que fue sometido no sólo a una, sino a varias operaciones y que dependió durante meses de venas tomadas y catéteres para alimentarse, situación ya superada.
"Ningún peligro es mayor que los relacionados con la edad y una salud de la cual abusé en los tiempos azarosos que me correspondió vivir", señaló en esa fecha, en uno de sus artículos de opinión que viene publicando el diario oficial Granma bajo el cintillo de "Reflexiones del comandante en Jefe".
Casi al término de su "conversación" de la víspera con el periodista cubano Randy Alonso, conductor del espacio de análisis y opinión Mesa Redonda, Castro prometió nuevas reflexiones y comparecencias televisivas. "Hay material de qué hablar", recalcó.
El 31 de julio de 2006, Castro anunció que una compleja intervención quirúrgica lo obligaba a alejarse por un tiempo de sus responsabilidades y cargos, los cuales delegó de manera provisoria en su hermano Raúl, primer vicepresidente y ministro de las Fuerzas Armadas.
También encargó a otros dirigentes del gobierno y del gobernante Partido Comunista de Cuba (PCC) dar continuidad a la administración de programas de energía, salud y educación de los que se venía ocupando personalmente en los últimos dos o tres años.
El vicepresidente de Cuba, Carlos Lage, el ministro presidente del Banco Central, Francisco Soberón, y el canciller Felipe Pérez Roque quedaron a cargo de continuar "gestionando y priorizando" los fondos para esos planes y constituir una comisión con ese objetivo. Esa forma colegiada de gobierno parece haberse aceitado con el correr de los meses, con responsabilidades bien definidas para cada cual, mientras Castro, sometido a una disciplina médica que debe asegurar su restablecimiento, se mantiene al tanto de todo y con el teléfono siempre a mano, según sus allegados.
En diciembre, Raúl Castro estrenó su estilo directo y conciso en las sesiones de fin de año de la Asamblea Nacional del Poder Popular y tuvo críticas fuertes para, entre otros, el sector agrícola, que decreció a pesar de que en 2006 las lluvias fueron favorables.
A su vez, Lage encabezó una reunión de tres días de alcaldes y gobernadores provinciales, que finalizó el sábado, en la cual se analizó la marcha del país, con acento en sectores como el energético, vivienda, transporte y producción de alimentos que inciden directamente sobre el nivel de vida de los 11,2 millones de cubanos.
En esas sesiones de trabajo se evidenció que las inversiones realizadas para renovar el parque automotor permitirán mejoras del transporte público de pasajeros, que comenzarían a notarse el año próximo. Asimismo, se conoció que hay "atraso" en el programa de construcción de viviendas para 2007 y la producción de alimentos es insuficiente.
"Es un alivio saber que se habla claro, sin esconder las cosas. A ver si comenzamos a mejorar", comentó Gladys Rodríguez, maestra en una escuela de enseñanza primaria.
En tanto, el gobierno "interino" ya comenzó a prepararse para los comicios con que a fines de este año o principios de 2008 se renovarán las Asambleas Municipales y Provinciales y la Asamblea Nacional del Poder Popular, parlamento unicameral que elige de entre sus miembros al Consejo de Estado, presidido por Fidel Castro.
"Las próximas elecciones del Poder Popular han de ser una muestra más del respaldo de nuestro pueblo a la Revolución", dijo Lage en su discurso que dio por terminada la cita de presidentes de esos órganos de gobierno a nivel de municipios y provincias del país.
Tras los comicios de enero de 2003, la Asamblea Nacional reeligió al líder cubano por sexta vez, de manera consecutiva, como presidente del Consejo de Estado, órgano que representa entre uno y otro período de sesiones (dos al año) a la Asamblea Nacional.
"Ahora comprendo que mi destino no fue venir al mundo para descansar al final de la vida", afirmó Castro, quien es también presidente del Consejo de Ministros, primer secretario del gobernante Partido Comunista y comandante en jefe de las Fuerzas Armadas.
En aquella ocasión, la asamblea de 609 diputados ratificó en su cargo como primer vicepresidente del Consejo de Estado al general Raúl Castro, también ministro de Defensa y segundo secretario del Partido Comunista.
