El sistema de cuotas como forma de garantizar la cantidad de mujeres en el gobierno y en el parlamento puede no ser una fórmula mágica para alcanzar la equidad de género, pero en muchos países de Asia es un primer paso clave.
Esa fue la temática de un taller que tuvo el propósito de analizar las diferentes experiencias en los países asiáticos que tienen cuotas para la incorporación de mujeres al ámbito político.
"Necesitamos construir un sistema sólido de apoyo a las mujeres. La política es una ocupación generalmente cruel y es necesario tener suficientes recursos y buena capacidad negociadora", sostuvo la directora ejecutiva del Partido Democrático de Tailandia, Pusadee Tamthai.
Más de 30 países tienen cuotas que prevén porcentaje o cantidad de cargos a ser ocupados por mujeres en dependencias del gobierno, agrupaciones políticas y sistema de justicia.
Asimismo, más de 100 partidos políticos en más de 60 naciones tienen cuotas para designar candidatas, según datos recabados por la Fundación Friedrich Ebert de Tailandia, que organizó el seminario junto con el Instituto de Investigaciones de Desarrollo y Género.
Según la Fundación, la representación femenina en política, ámbito más bien masculino, está por debajo de la llamada "masa crítica" de 30 por ciento de cargos.
En la región de Asia sudoriental, Vietnam tiene la mayor cantidad de mujeres en el gobierno, 27,3 por ciento, seguido de Laos, con 25,2 por ciento. Luego vienen Singapur, con 24,5 por ciento, Filipinas con 15,3 por ciento, Indonesia con 11,3 por ciento, Camboya con 9,8 por ciento, Malasia con 9,1 por ciento y Tailandia con 8,7 por ciento.
En países como Tailandia donde no hay cuotas legales, los especialistas señalan que hubo avances en materia de cantidad de cargos políticos ocupados por mujeres en los últimos años.
"Aun así, no basta. No es que falte trabajo sino que hay normas y actitudes culturales que son dominantes y nos impiden imponer cuotas en algunos ámbitos", indicó Suteera Vichitranond, del Instituto de Investigación de Desarrollo y Género.
Ahora que en Tailandia se redacta una nueva Constitución, la número 18, Pusadee considera que es una buena oportunidad para educar a la población acerca de la importancia de que las mujeres ocupen cargos de decisión.
Al menos a escala local, los defensores de derechos de las mujeres piden que en la ley fundamental se incluya una cláusula que estipule que hombres y mujeres deben contar con la representación apropiada.
Pero el hecho de que haya más mujeres no se traduce automáticamente en más leyes y políticas a favor de la equidad de género.
Alcanzar una representación equitativa de género depende de cambiar las visiones que consideran que los cargos políticos, de liderazgo y gerencia son espacios principalmente masculinos.
Hay visiones divergentes acerca de la utilidad de las cuotas.
"Hay varios problemas, las mujeres no parecen concordar con diferentes cuestiones del sistema de cuotas y los hombres parecen estar de acuerdo con la idea, pero en privado. No sé porque no lo dicen públicamente", dijo a IPS Susheela Kaushik, presidenta del Centro de Acción e Investigaciones de Desarrollo, con sede en Nueva Delhi.
"Necesitamos más investigaciones y educación para cambiar la opinión de la gente al respecto. Debemos buscar en permanencia oportunidades para discutir el tema", coincidió Puseeda.
Implica un riesgo asumir que las cuotas y más cantidad mujeres en el gobierno significa reconocer que se logró reconocer los derechos de las mujeres o que las que ocupan cargos de poder necesariamente impulsarán políticas de equidad de género, explicó Kaushik.
"Una de las cosas con las que hay que tener cuidado es que el sistema de cuotas no se convierta en un techo máximo sino mínimo. Los hombres van a empezar a pensar que con 33 por ciento para las mujeres, ellos deben proteger el restante 66 por ciento y ellas no deben superar el límite asignado", apuntó.
"No hay subestimar al sistema patriarcal. Por ejemplo, en mi país, India, recibimos muchas reacciones violentas de los hombres", señaló.
La cantidad no es un objetivo en sí mismo.
"Las mujeres electas deben estar capacitadas para alcanzar los objetivos de equidad de género y contribuir a cambiar la actitud dominante al respecto", señaló Kaushik.
"Necesitamos toda la ayuda que podamos conseguir de diferentes sectores para alcanzar esos objetivos", añadió.
A Kaushik, quien desde hace más de 25 años lucha por establecer una cuota para las mujeres, le preocupa que las nuevas generaciones de mujeres no demuestren entusiasmo por esta cuestión.
"No parecen estar muy interesadas en la representación política. "
Todo apunta a la necesidad de considerar las cuotas legislativas en la sociedad en su conjunto, y en el marco de una mayor representación política de las mujeres, como valor democrático y una cuestión de derechos humanos.
"Educación y valores democráticos son cruciales si se quiere implementar con firmeza el sistema de cuotas", sostuvo Munyi Song, especialista en desarrollo y género de Corea de Sur, quien también participó en el seminario.
"Debemos recordar que ese sistema es sólo una herramienta temporal para alcanzar la equidad de género", explicó Andrea Fleschenberg, de la Universidad de Duisberg, de Alemania.