ELECCIONES-ARGENTINA: Progresistas con las barbas en remojo

Aunque el resultado definitivo se verá el 24 de junio en segunda vuelta, la rotunda victoria de un candidato centroderechista en las elecciones del domingo en la ciudad de Buenos Aires es un llamado de atención para gobiernos progresistas que no cumplan con las expectativas generadas, en Argentina y en la región.

Así lo resumió a IPS el sociólogo Atilio Borón, director del Programa Latinoamericano de Educación a Distancia en Ciencias Sociales del Centro Cultural de la Cooperación, al analizar el triunfo categórico del empresario centroderechista Mauricio Macri en los comicios para jefe de Gobierno (alcalde) de la capital argentina.

Macri se impuso en primera ronda con 45,6 por ciento de los votos. En segundo lugar llegó el candidato del presidente peronista de centro-izquierda Néstor Kirchner, el ministro de Educación Daniel Filmus, con 23,7 por ciento. Tercero quedó el actual alcalde, Jorge Telerman, también peronista, con 20,7 por ciento y ya sin chances de renovar su mandato.

Sólo los dos candidatos más votados están habilitados para competir en la segunda ronda.

Según la carta constitucional de la ciudad, se necesitan 50 por ciento más uno de los sufragios para resultar electo en la primera vuelta. Pero la diferencia de 22 puntos porcentuales entre Macri y Filmus augura en este caso un muy probable triunfo del empresario en segunda ronda.

Los colaboradores de Kirchner festejaron el magro resultado de Filmus como una victoria. El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, advirtió que la elección del domingo "no está terminada" y que 55 por ciento de votantes no optaron por Macri.

Por otra parte, también es cierto que 76 por ciento de los votantes no eligieron a Filmus.

Los encuestadores ven entre ardua e improbable la tarea de ganarle a Macri, quien se proyecta sólidamente para la próxima ronda. El empresario, fundador de la coalición Pro, ganó en barrios de clase media, alta y baja y obtuvo 15 de los 30 escaños en juego en la legislatura de la ciudad.

Esto lo coloca en el umbral del control del cuerpo legislativo a partir del 10 de diciembre, cuando se incorporen los diputados electos el domingo, ya que su bloque reunirá 28 de un total de 60 escaños.

Aun cuando se sumaran los votos de Filmus y Telerman, algo que muchos analistas políticos consideran improbable, no alcanzarían al caudal que obtuvo el ganador. No hay tampoco voluntad política de aliarse en contra del favorito ni de sumar los votos de la izquierda más tradicional.

La dirigente Elisa Carrió, que se unió a Telerman en primera vuelta, anunció que el 24 de junio votaría en blanco y la candidata izquierdista Patricia Walsh, que salió cuarta con casi tres por ciento de los votos, dijo que daría libertad de acción a sus seguidores.

"Nunca imaginamos este aluvión de votos", reconoció este lunes el mismo Macri junto a la candidata a vicegobernadora Gabriela Michetti, una graduada en relaciones internacionales.

Michetti, una mujer de ideas humanistas que sufre una discapacidad motora que la obliga a usar una silla de ruedas, contribuyó mucho a construir el nuevo perfil social del empresario. Los sondeos les auguraban un porcentaje cercano a 36 por ciento y obtuvieron casi 10 puntos porcentuales más.

"A primera vista parece muy complicado ganarle a Macri, con una salvedad", advirtió a IPS Analía del Franco, de la consultora Analogías. "Habrá que ver si el electorado ahora corre hacia Macri porque es el ganador o si ve que ya llegó a su techo y hay un vuelco del resto de los votantes contra Macri", especuló. Con esto cuentan los kirchneristas.

Para Del Franco, el empresario "demostró que tiene trayectoria y eso la gente lo premia", pero "no creo que haya pesado tanto la cuestión ideológica de votar a un candidato centroderechista porque falló el gobierno progresista, sino que Macri logró ser visto como mejor gestor y mejor ejecutor", interpretó la socióloga.

No todos coinciden con esta idea. "Hasta ahora no veo una tendencia derechista sólida para el mediano plazo, pero sí creo que hay en el triunfo de Macri un llamado de atención para gobiernos con discurso progresista y políticas que no lo son, porque revelan que hay insatisfacción por las expectativas no cumplidas", señaló Borón.

Macri supo desarrollar una estrategia inteligente para captar al electorado de esta ciudad, agregó, con un discurso que eludió los grandes temas nacionales y en cambio se centró en cuestiones municipales. "Supo aprovechar el fracaso de un reformismo ‘light’ de centroizquierda", cuestionó.

Según Borón, Macri cosechó el descontento de los votantes por el estado "calamitoso" de los hospitales y escuelas públicas de esta ciudad, donde gobierna el progresismo desde hace siete años. El mismo descontento se ve en las protestas de estudiantes en Chile contra el gobierno de la coalición centroizquierdista de Michelle Bachelet, alertó.

De todos modos, Borón destacó que entre los dirigentes de tendencia derechista hay diferencias. "No toda la derecha es fascista, Macri no es lo mismo que (Álvaro) Uribe o (Felipe) Calderón", dijo en alusión a la mayor moderación del ascendente político argentino frente a los mandatarios de Colombia y México, respectivamente.

Asimismo, señaló que entre los dos dirigentes que competirán en segunda ronda en Buenos Aires las diferencias no deben exagerarse. Si bien Filmus insistió este lunes en la idea de "dos modelos opuestos" y llamó al electorado a "no entregar la ciudad a la derecha", Borón relativizó esa polarización.

"Hay consignas que los diferencian, pero si se hace un análisis político riguroso se ve que ninguno se aparta del neoliberalismo de los años 90, de las empresas privatizadas, la desregulación, el retraso salarial y la desastrosa situación de las escuelas y los hospitales públicos", opinó el sociólogo.

Rosendo Fraga, titular de la consultora Nueva Mayoría, opinó que la victoria de Macri lo convierte en un "muy probable jefe de Gobierno" de la ciudad y en "potencial líder del centro-derecha. "Su triunfo lo proyecta por encima de otras figuras locales de su tendencia", dijo a IPS el analista político.

La prioridad de Macri será gobernar la ciudad. "Es muy poco probable que pelee por la presidencia este mismo año. Yo creo que procurará hacer una buena gestión para cuando Kirchner —o quien lo suceda a fines de este año— haya tenido su desgaste en 2011 y la sociedad busque un cambio de orientación, como ocurre ahora en la ciudad", opinó Fraga.

"Pudo ser una victoria táctica de Kirchner", quien consiguió que su candidato pase a la segunda ronda, pero con la diferencia que logró Macri "se hace muy difícil para el candidato del presidente disputar con éxito una segunda vuelta", pronosticó Fraga.

"Kirchner deberá decidir entre redoblar la apuesta y apoyar a Filmus con énfasis o tomar distancia de él", sintetizó.

El gobierno ya cerró filas en torno de Filmus y tomó la decisión de "nacionalizar" la campaña, es decir dejar de lado los temas de la ciudad y enfatizar la idea de un enfrentamiento entre las ideas progresistas y las fuerzas de centro-derecha en su esfuerzo por torcer el rumbo de la elección.

Sin embargo, los votantes de Buenos Aires no han sido generosos con Kirchner o sus candidatos en el pasado. En las elecciones presidenciales de 2003, Kirchner obtuvo en la ciudad sólo 19,5 por ciento de los votos y quedó tercero. El ganador fue el centroderechista Ricardo López Murphy, con 25,8 por ciento y segunda quedó Carrió, con 19,9 por ciento.

En los comicios parlamentarios de 2005, cuando Kirchner se anotó importantes victorias en varias provincias del país, entre ellas el distrito clave de Buenos Aires, con más de nueve millones de electores, la lista del presidente y sus aliados volvió a quedar en tercer lugar en la capital, con 21 por ciento de los sufragios.

En esa oportunidad el vencedor fue Macri, quien como candidato a diputado nacional logró 34 por ciento de los votos, seguido de Carrió, con 22 por ciento.

El presidente culminará su mandato en diciembre de este año y las elecciones serán dos meses antes. Pero aún no está decidido si el candidato del oficialismo será él o su esposa, la senadora Cristina Fernández.

Del Franco no cree que en las elecciones de la capital, Kirchner corra riesgos con vistas al futuro. "Hay gran diferencia entre las elecciones nacionales y las locales, en muchos casos vemos que el votante elige en su distrito a un candidato que no tiene apoyo del gobierno nacional y sin embargo lo quiere a Kirchner como presidente", destacó.

Norma Gutiérrez, directora del comedor comunal del único barrio de emergencia de la zona norte de la ciudad de Buenos Aires, la Villa 31, se mostró decepcionada ante IPS.

La Villa 31 está ubicada en el barrio de Retiro, a sólo unas pocas cuadras de la exclusiva Recoleta, tradicional reducto de la alta burguesía local, y los habitantes de ambas zonas votan en el mismo circuito electoral, donde Macri obtuvo este domingo 66 por ciento de los sufragios.

"No estoy de acuerdo con Macri, si hay gente que va a sufrir con su victoria somos nosotros, pero también es cierto que si los gobiernos que pasaron hubieran hecho algo por nosotros, no estaríamos todavía acá", afirmó.

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