Con escasas excepciones, los uruguayos acatan el decreto del Poder Ejecutivo que prohíbe fumar en locales cerrados, tanto públicos como privados, y que el 1 de septiembre cumplió seis meses.
Hasta ahora, «la evaluación es satisfactoria. Llevamos mil 500 inspecciones hechas en todo el país y se han comprobado sólo ocho infracciones», imponiéndose en esos casos multas de unos mil 100 dólares la primera vez y de dos mil 200 la segunda, dijo a Tierramérica Winston Abascal, titular del Programa Nacional para el Control del Tabaco del Ministerio de Salud Pública.
En Uruguay el tabaquismo mata anualmente a unas cinco mil personas, más de 500 de ellas fumadoras pasivas.
De ahí que el presidente Tabaré Vázquez, de profesión oncólogo, declarara al control del tabaco «tema de estado», llevando a cabo la campaña «Un millón de gracias», dirigida a los fumadores afectados por la medida.