Entre 250 mil y medio millón de murciélagos desaparecieron de la caverna del Gato Jíbaro, en la provincia cubana de Matanzas, al este de La Habana, amenazando a la flora de la zona, advirtieron especialistas. «La catástrofe es grande. En el mejor de los casos, los animales emigraron. En el peor, murieron», dijo a Tierramérica Ercilio Vento, presidente de la Sociedad Espeleológica de Cuba.
Estos mamíferos preservan el equilibrio ecológico devorando insectos y colaborando en la polinización de las plantas y la diseminación de semillas.
Fueron desplazados por cucarachas que llegaron al lugar hace unos 10 años, atraídas por los desechos que comenzó a verter una fábrica alimenticia cercana. Posteriormente, el lugar se limpió, pero las cucarachas se quedaron.
Cuba tiene 27 variedades de murciélagos de las alrededor de dos mil que existen en el mundo.