La influencia del fenómeno de El Niño Oscilación del Sur (ENOS) hace menos probable la formación de ciclones tropicales en el Atlántico Norte pero no elimina el peligro, alertaron meteorólogos de Cuba. Maritza Ballester, creadora del modelo cubano de pronóstico de huracanes, dijo a Tierramérica que el desarrollo del ENOS fue muy abrupto e influyó fundamentalmente en el calentamiento de las aguas cercanas a las costas de Perú y Ecuador, en el océano Pacífico.
El Niño comenzó a manifestarse en julio pasado y Cuba mantuvo su vaticinio de unos 15 ciclones tropicales en toda la cuenca del Atlántico, nueve de los cuales podrían alcanzar categoría de huracanes, con vientos de 118 kilómetros por hora o más.
Octubre es uno de los meses habitualmente más activos de la temporada ciclónica, que se extiende de junio a noviembre.