En los próximos días Brasil enviará a las oficinas extranjeras de marcas y patentes una lista de nombres tradicionales de su fauna y flora para impedir que sean registrados como marcas comerciales. La iniciativa busca evitar la repetición del caso cupuaçú (Theobroma grandiflorum), una fruta amazónica que la empresa nipona Ashai Foods convirtió en una marca que fue anulada en 2004. Un estudio apuntó otros 84 nombres típicos de Brasil registrados en otros países.
Es «un paso importante», pero combatir la biopiratería exige medidas más amplias, dijo a Tierramérica Eugenio Pantoja, coordinador de campañas antipiratería de la organización Amazonlink, que encabezó la acción del cupuaçú y capacita a indígenas amazónicos contra la biopiratería.
El Grupo Interministerial de Propiedad Intelectual ya aprobó dos mil 954 nombres como açaí (Euterpe oleracea), andiroba (Carapa guianensis Aubl) y umbú (Spondia tuberosa).