El Ministerio de Ambiente de Brasil propone crear 10 áreas de conservación a lo largo de la carretera BR-319, que unirá las localidades amazónicas de Porto Velho y Manaos. Se busca planificar una ocupación «organizada», con regulación agraria y presencia del Estado, evitando la deforestación, dijo a Tierramérica Mauricio Mercadante, director de Áreas Protegidas del Ministerio.
La propuesta será debatida en consultas públicas en seis ciudades de la región esta quincena.
La inminente pavimentación de esta ruta preocupa a los ambientalistas, que la consideran una amenaza para ecosistemas de gran biodiversidad.
«Sólo la aceptaremos si se aseguran las tierras indígenas y de pequeños agricultores, y beneficios a otras poblaciones», además de un estudio de impacto ambiental, afirmó a Tierramérica Adilson Vieira, coordinador del Grupo de Trabajo Amazónico, red de 600 organizaciones locales