Las grandes ciudades brasileñas deberán reducir mucho su contaminación para cumplir con los nuevos parámetros de calidad del aire estipulados por la Organización Mundial de la Salud (OMS). La OMS bajó de 70 a 20 microgramos por metro cúbico el promedio anual recomendable para partículas en suspensión, de 120 a 100 microgramos el límite diario de ozono y de 120 a 25 el promedio diario de dióxido de azufre.
Como botón de muestra, en Sao Paulo el promedio de partículas en suspensión es de 45 microgramos por metro cúbico, más del doble recomendado por la OMS.
«Ahora la sociedad, la industria y el gobierno son estimulados a hacer un gran esfuerzo para reducir la contaminación urbana», señaló a Tierramérica Nelson da Cruz Gouveia, profesor de la Universidad de Sao Paulo (USP) que participó en la revisión de los índices.
En Brasil la contaminación del aire mata al año a unas 50 mil personas.