Un método desarrollado en Brasil y aprobado por los meridionales estados de Sao Paulo y Santa Catarina producirá lluvias artificiales a partir del bombardeo de nubes con agua potable y sin productos químicos. Se usarán «nubes calientes, sin cristales de hielo, que pueden actuar en lugares de clima semiárido, como la región Nordeste de Brasil», explicó a Tierramérica Takeshi Imai, responsable de la investigación.
En cada vuelo, que dura casi una hora, «el avión utilizado puede pulverizar 300 litros de agua, una cantidad de lluvia equivalente a 15 mil camiones cisterna», agregó.
El proyecto fue presentado en 2002 en el XII Congreso Brasileño de Meteorología, en la meridional ciudad de Foz do Iguacu, y en 2005 ganó la Medalla de Oro de la Ciencia del Agua en un simposio internacional realizado en Cannes.