El Ministerio de Medio Ambiente de Brasil estimulará la plantación de eucaliptos para contener la deforestación en la Amazonia oriental, donde 14 plantas siderúrgicas procesan el mineral de hierro de la Sierra de Carajás, usando carbón vegetal hecho de bosques nativos. La idea enfrentará el rechazo de ambientalistas y campesinos, que despliegan una ofensiva contra los «desiertos verdes» de la industria de la celulosa.
El mismo argumento de preservación forestal se empleó para el eucalipto en la siderurgia del sudoriental estado de Minas Gerais, pero la deforestación siguió igual, dijo a Tierramérica Winfried Overbeek, técnico de FASE, organización no gubernamental brasileña de la Red Latinoamericana contra los Monocultivos de Árboles.
El riesgo es degenerar en monocultivos, advirtió Paulo Moutinho, del Instituto de Investigación Ambiental de la Amazonia.