La Televisora Venezolana Social (TVes) dio esta semana sus primeros pasos para ser una estación de servicio público bajo una oleada de protestas callejeras.
TVes "se propone ser un canal de entretenimiento, recreación y esparcimiento, con una programación de alta factura y estética, que será nutrido por la producción independiente. El objetivo es social, no maximizar ganancias", anunció su presidenta, Lil Rodríguez, periodista especializada en música caribeña.
Mientras se divulgaban sus declaraciones, miles de estudiantes universitarios en Caracas y otras ciudades cortaban calles y desafiaban a la policía y a militares al grito de "libertad", en protesta porque TVes ocupa el Canal 2 que usó durante 53 años Radio Caracas TV, la televisora más vista del país, que sostenía una línea editorial opositora.
Las manifestaciones trajeron de regreso la violencia callejera que agitó este país entre 2002 y 2004. Varios estudiantes fueron heridos de bala y el presidente Hugo Chávez dijo que las protestas enmarcaban una nueva conspiración para asesinarlo y advirtió que tomaría medidas contra el opositor canal de noticias Globovisión.
El incipiente noticiario de TVes no alcanzó a registrar las protestas, limitándose a reseñar el propio comienzo de la televisora, que se estrenó con música sinfónica, típica, danzas y un filme sobre Simón Bolívar, antes de dar paso a dibujos animados y documentales sobre la vida rural venezolana.
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Para Andrés Izarra, ex ministro de Información y actual presidente de la red regional estatal Telesur, "no es muy difícil hacer una TV mejor que la que hacía RCTV en ese espacio, que es lo que los españoles llaman telebasura".
"Lo que queremos es que surjan nuevos actores comunicacionales, y que se ofrezca a los productores independientes la posibilidad real de nutrirse económicamente de su trabajo", dijo Izarra a IPS.
El esquema de TVes establece que la fundación que la dirige sostendrá la estructura del canal, pero los espacios serán confiados a productores independientes, solos o en cooperativas, y a televisoras provinciales.
Pero el decreto de creación de TVes y la conformación de su directiva dejan pocas dudas de su carácter gubernamental: su financiamiento inicial de cuatro millones de dólares fue entregado por el gobierno y el presidente de la República puede remover libremente a sus directores, cinco de los cuales fueron designados por el Poder Ejecutivo, reservando dos puestos para productores independientes y para comités de usuarios.
"Se corre un riesgo grande si solamente el Estado aporta dinero, porque todos sabemos que quien pone la plata es quien pone la música", reconoció María Alejandra Díaz, directora de responsabilidad social en el Ministerio de Información.
El Estado "le entrega un crédito adecuado, flexible, pero después deberá autofinanciarse, porque si el canal depende del presupuesto del Ministerio, va a terminar recibiendo línea de quien sea el ministro y sería una distorsión de lo que se concibe como televisora de servicio público", señaló el ministro de Información, Willian Lara.
La directiva, además de Rodríguez, quien ha hecho radio en Cuba, incluye a los escritores Roberto Hernández y Tarik Souki, y a los comunicadores Asalia Venegas y Rafaela Cusati, todos identificados con el oficialismo, al igual que sus suplentes, varios de ellos funcionarios del Ejecutivo.
El histórico impulsor de la televisión de servicio público en Venezuela, Antonio Pasquali, ex subdirector de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) y autor del clásico "Comunicación y cultura de masas", negó en redondo que TVes pudiera asimilarse a un esfuerzo en esa dirección y denunció el "saqueo semántico de un término ajeno a la dignidad de este gobierno".
"Los servicios radiotelevisivos públicos son universalmente instituciones paraestatales, autónomas, independientes de poderes políticos o económicos y rigurosamente no gubernamentales. Una autoridad independiente garantiza la real autonomía del servicio y mecanismos de control velan por su pluralidad política", puntualizó Pasquali a IPS.
Robert Ménard, secretario general de la organización internacional Reporteros Sin Fronteras, de paso por Caracas, dijo a IPS que "la radio y televisión de servicio público tiene como primer criterio el respeto al pluralismo, y lo que se ve en Venezuela inquieta a ese respecto".
"Tengo 48 horas en Caracas y he visto cadenas presidenciales (alocuciones de Chávez por cadena de radio y televisión) por varias horas cada día. ¿Ese es el modelo de TV pública aquí? En Francia, para despedir una gestión de 12 años, el ex presidente Jacques Chirac habló durante 10 minutos", señaló Ménard.
En lo inmediato, el surgimiento de TVes está marcado por el cese de RCTV, pues al cabo de cinco días de protestas y enfrentamientos callejeros en una docena de ciudades, Chávez habló en otra cadena para advertir a quienes criticaron su medida de no renovar la concesión de la onda y destinarla a la nueva televisora.
"Es una decisión soberana, legítima, que no está en discusión, pero hay elementos desestabilizadores que están jugando a la desestabilización. Quiero alertar al pueblo venezolano y quiero hablarle muy claro a quienes están en un laboratorio detrás del show, de las acciones de calle: yo estoy dispuesto a morir por mi país. ¿Ustedes están dispuestos? Nosotros estamos aquí, patria o muerte", remató.