ELECCIONES-TIMOR ORIENTAL: Ganó la perseverancia

A fines de la década del 70, los diplomáticos acreditados ante la ONU en Nueva York se habituaron a cruzarse con un discreto joven que recorría pasillos y salas del palacio de cristal buscando apoyo para una causa que se pensaba perdida en un país casi desconocido.

"Mucho gusto. Me llamo José Ramos-Horta y represento a Timor Oriental, una ex colonia portuguesa que fue invadida por Indonesia en diciembre de 1975", eran sus primeras palabras de presentación ante representantes de países y corresponsales de todo el mundo que poco o nada sabían del drama que había costado la vida a un tercio de la población de su país.

Las respuestas posibles eran: "¿Timor? ¿Y dónde está Timor? ¿Portugal tenía colonias cerca de Indonesia? No sabía". O, de lo contrario: "sí, el drama es terrible, pero el hecho está consumado e Indonesia no saldrá de su país".

Tres décadas más tarde y contra todos los vaticinios, los esfuerzos del perseverante joven de entonces politólogo, doctorado en relaciones internacionales, se vieron coronados por el éxito. En 1999, el ejército indonesio fue obligado por la comunidad internacional a batirse en retirada y en mayo de 2002, Timor Oriental consagró su independencia.

Al éxito de su país, se une ahora el de su carrera política, al conocerse este jueves los resultados de las elecciones presidenciales del día anterior, que le dan como ganador por un amplio margen para a partir del 20 de mayo, ser investido como jefe de este país asiático de 15.000 kilómetros cuadrados y 1,1 millones de habitantes.
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La victoria de Ramos-Horta fue sorprendentemente holgada, pero no inesperada.

Contabilizados 90 por ciento de los votos, obtuvo 73 por ciento de ellos, derrotando a su rival, Francisco Guterres "Lu-Olo", del Frente Revolucionario de Timor Oriental Independiente (Fretilin, de su nombre en portugués Frente Revolucionária de Timor-Leste Independente), que sólo logró 27 por ciento, pese al empeño del líder del partido y ex primer ministro Mari Alkatiri.

Tras conocer los resultados, el futuro presidente fue conciliador con el derrotado Guterres "Lu-Olo", al aseverar que su empeño principal será unir al pueblo, trabajar a favor de los más pobres y resolver los conflictos últimos, que el año pasado provocaron enfrentamientos graves, con protagonistas que todavía se están lamiendo las heridas.

Por sobre todas las cosas, "venció la democracia" y "rindo homenaje al candidato Francisco Guterres y al Fretilin, por una campaña bien conducida", dijo al conocer los resultados, que, aunque no son definitivos, se presentan como irreversibles.

Consultado telefónicamente por IPS sobre si el resultado podría crear un clima de inestabilidad provocado por los derrotados, Ramos-Horta fue categórico: "Este es un importante paso adelante en la solidificación de la democracia en mi país y también una victoria del Fretilin, partido del que soy fundador".

"Debe quedar muy claro que el Fretilin no perdió", enfatizó.

El triunfo de Ramos-Horta, que se produjo en condición de independiente, es explicado por todos los analistas de la ex metrópoli colonial no sólo como resultado de su prestigio nacional e internacional, sino también por el apoyo del actual presidente, José Alexandre "Xanana" Gusmão, el mítico ex guerrillero antiindonesio.

En efecto, mientras Ramos-Horta se desdoblaba en esfuerzos como virtual "canciller" de la rebelde Timor Oriental durante la ocupación indonesia (1975-1999), Xanana Gusmão y un puñado de hombres, que nunca pasaron de 160 guerrilleros, enfrentaban en la densa jungla de la isla a los 22.000 soldados de ocupación enviados por Yakarta.

En el fondo, Ramos-Horta era la voz de la resistencia en el exterior en una época en que formaba parte de la memoria reciente la figura del guerrillero argentino-cubano Ernesto Guevara, lo que indujo a muchos analistas y periodistas a tildar a Xanana Gusmão de "el Che del Asia".

José Manuel de Ramos-Horta, nació en Dili, capital de la entonces colonia lusa de Timor, el 29 de diciembre de 1949, fruto de la unión de una mujer timorense y un suboficial naval portugués desterrado en la isla en 1933 por el dictador Antonio de Oliveira Salazar, tras haber participado en una sublevación de la Marina. Su actividad independentista no se limitó a destacarse como opositor a la ocupación de Indonesia, sino que sus precedentes prematuros ya revelan una nutrida actividad contra Portugal.

Entre 1970 y 1971, con escasos 21 años, las autoridades coloniales le confinaron en la entonces "provincia de ultramar" portuguesa de Mozambique, acusado de "actividades subversivas" contra la metrópolis. Tras el golpe militar de los capitanes izquierdistas del ejército portugués, el 25 de abril de 1974, fundó junto a otros destacados dirigentes de la isla el Fretilin, que el 28 de noviembre del año siguiente proclamó la independencia del pequeño país. En la fecha, con sólo 25 años, Ramos-Horta juró como canciller da la flamante república autoproclamada y su primera misión fue la de viajar a la sede de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) en Nueva York para exponer en ese foro el caso de Timor.

Se preparaba para hablar en la Asamblea General de la ONU cuando el 7 de diciembre de 1975 le sorprendió la invasión indonesia a su país, que dejó un saldo inmediato de 210.000 personas muertas en una población de 680.000 en la época.

Un momento alto en la carrera internacional del ahora flamante presidente electo se produjo en 1996, cuando ganó el premio Nobel de la Paz en conjunto con el obispo de Dili, Carlos Filipe Ximenes Belo.

En esos años, ya se había alejado del Fretilin, desempeñándose como representante en el exterior del Consejo Nacional de Resistencia Timorense (CNRT), un frente no proselitista presidido por Xanana Gusmão.

En 2006, su nombre apareció con insistencia como precandidato a secretario general de la ONU, hasta que en una entrevista a IPS, despejó las interrogantes, dejando claro que "por ahora" no estaba interesado en el cargo.

Como era previsible, Lisboa emitió una de las primeras reacciones mundiales ante el resultado de las elecciones presidenciales en Timor Oriental.

Con la natural cautela diplomática que se exige antes de los resultados finales oficiales, el canciller de Portugal, Luís Amado, afirmó que "de confirmarse la victoria (de Ramos-Horta), estamos ante una figura de prestigio mundial, en un momento en que Timor Oriental necesita de la comunidad internacional para afirmar su desarrollo democrático".

Adelino Gomes, periodista y analista portugués que ha dedicado gran parte de los últimos 32 años de su vida profesional a Timor, estima que los dirigentes actuales, deberán mostrar "una especial capacidad para generar consensos", porque estamos frente a una sociedad "que recién comenzó el aprendizaje de la democracia".

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