COMERCIO-ÁFRICA: Sociedad civil pide tiempo

Organizaciones de la sociedad civil de África austral y oriental urgieron al grupo de antiguas colonias en ese continente, el Caribe y el Pacífico a evaluar las consecuencias de los acuerdos de comercio y asistencia propuestos por la Unión Europea (UE).

En 2000, la UE y los 79 países del grupo África, el Caribe y el Pacífico (ACP) acordaron realizar evaluaciones exhaustivas del impacto de los Acuerdos de Asociación Económica (EPA), recordó Dot Keet, del no gubernamental Centro de Desarrollo e Información Alternativa, con sede en la meridional Ciudad del Cabo.

La decisión fue tomada entonces por representantes de los gobiernos de la región reunidos en Cotonou, capital de Benin, indicó Keet.

El secretario general de los países de ACP, John Kaputin, dejó Sudáfrica el 6 de este mes tras una visita de cinco días en los que se reunió con el canciller sudafricano Nkosazana Dlamini-Zuma y representantes del Ministerio de Comercio e Industria.

Fue recibido, además, por la presidenta del Parlamento Panafricano, Gertrude Mongella, y el secretario general de la Nueva Asociación para el Desarrollo de África (Nepad), Olukorede Willoughby.

Pero la visita tuvo escasa repercusión. De hecho, los activistas sudafricanos consultados por IPS ni siquiera sabían que el secretario general de los países ACP había estado en este país.

Lo único que trascendió de las reuniones la discusión sobre el futuro del bloque ACP, las negociaciones de los EPA y la relación entre ese grupo de países y los de la Unión Africana (UA).

Kaputin también aplaudió el liderazgo mostrado en el bloque por Sudáfrica, país que se integró al grupo ACP en 1997, tres años después del fin del apartheid (régimen de segregación racial impuesto por la mayoría blanca en perjuicio de la minoría negra).

"En estos 10 años, el país demostró su disposición a liderar y dirigir al grupo", declaró a la prensa Kaputin en Tshwane (ex Pretoria), la capital de Sudáfrica.

"Kaputin debe darse cuenta de que no pueden haber más negociaciones comerciales con la UE hasta que no haya una evaluación completa de las consecuencias" de los acuerdos, dijo Keet a IPS.

Las negociaciones para reemplazar los acuerdos preferenciales de comercio vigentes en los últimos 30 años por los EPA comenzaron en 2002. La UE quiere terminar el proceso a fines de año para que entren en vigor en 2008.

"Pero nadie sabe las consecuencias reales de esos acuerdos", señaló Keet, quien también aboga por un acuerdo justo para las naciones pobres en la Organización Mundial del Comercio (OMC).

En ese sentido, varios líderes religiosos de la región se mostraron "en favor de los objetivos de desarrollo del acuerdo de Cotonou, pero nos preocupa que en las actuales negociaciones, la UE y nuestros gobiernos los hayan dejado de lado".

Esa declaración surgió de una conferencia realizada en Dar es Salaam, Tanzania, del 23 al 25 de abril.

También señalaron que "los EPA resultaron ser acuerdos de libre comercio que perjudicarán nuestra agricultura y la seguridad alimentaria, las incipientes industrias y los recursos naturales".

"Además habrá pérdidas de ingresos por tributos procedentes de impuestos a los productos importados", sostiene.

La organización británica Acción por África Austral sostiene que "los Estados de Guinea Bissau y Cabo Verde perderán más de 19 por ciento del total de sus ingresos a causa del libre comercio", según un documento publicado en enero.

Líderes religiosos también pidieron una ampliación del plazo para terminar las negociaciones entre los países de ACP y la UE, previsto para el 31 de diciembre.

"Eso permitiría a los gobiernos abrir una evaluación participativa de su impacto e incluir cuestiones vinculadas con el desarrollo y otros parámetros en las negociaciones", según ellos.

"Deben definirse varios asuntos y modificarse la agenda", insistió Richard Kamidza, del no gubernamental Centro Africano para la Resolución Constructiva de Disputas (Accord, por sus siglas en inglés), con sede en la oriental ciudad portuaria de Durban.

"Si la UE puede tomarse un año para considerar y responder la solicitud de ingreso de Sudáfrica a las negociaciones del EPA, ¿por qué no podemos extender el plazo de discusión? Aun hoy los países envían sus opiniones al respecto y la UE se toma su tiempo para analizarlas", apuntó Kamidza.

A las organizaciones de la sociedad civil les preocupa la variedad de bloques comerciales africanos que negocian con la UE. Dlamini-Zuma advirtió que esa dispersión debilita el poder de negociación de la región.

Según Keet "los europeos socavan y destruyen la unidad regional".

Y lo que es peor, la UE no es la única con intereses comerciales en este continente. "China compite con la UE por África", señaló Kamidza.

La sociedad civil también quiere que Kaputin se concentre en el cumplimiento de los importantes compromisos comerciales, asumidos por las naciones ricas con las más pobres, que están en suspenso.

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