El presidente venezolano Hugo Chávez hizo una gráfica advertencia a las fuerzas que lo han apoyado durante 10 años pero se resisten a integrarse al Partido Socialista Unificado (PSUV) que propone: «Cabrán en un Volkswagen».
"Sé lo que va a pasar, y les voy a prestar el rojito (un Volkswagen "escarabajo" rojo que le regaló su ministro de Defensa) para que se paseen. Van a caber", dijo el martes en su enésimo llamado público para conformar una sola fuerza política oficialista.
Confiado en su liderazgo personal sobre las bases populares, sin la mediación de los partidos "chavistas", el mandatario ha retado repetidamente a los renuentes: "Si quieren irse, váyanse. Después no se quejen", o les ha advertido "sus votos no son de ustedes, son de Chávez, son del pueblo".
Los reticentes son los partidos Podemos, de socialdemócratas de izquierda que gobiernan tres de las 24 regiones del país, Patria Para Todos (PPT), una fuerza de cuadros de raíz obrerista que gobierna dos regiones, y el ortodoxo Partido Comunista (PCV), fundado en 1931.
"El problema es práctico. ¿Cómo te disuelves para integrarte a un partido que aún no existe? En el PCV creemos en el partido único de la revolución (pero) son diversos los estadios de construcción, de decantación. No se puede resolver en un solo momento", dijo el secretario general de esa fuerza, Óscar Figuera.
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Chávez tomó juramento el fin de semana a 2.400 "propulsores" del PSUV, los primeros de unos 70.000 que serán encargados de seleccionar a los futuros integrantes del partido unificado, cuyo congreso fundacional está previsto para mediados de agosto.
"Voy a trabajar duro por las bases, porque voy a llamar a todo el pueblo a formar un solo partido revolucionario. Unificará grupos, comandos y comanditos en una sola gran estructura, muy disciplinada, como si fuera un gran ejército", dijo Chávez en el lenguaje castrense que le es caro.
Militar retirado, el presidente inició un nuevo sexenio de gobierno en enero y lanzó una campaña de "profundización de la revolución, rumbo al socialismo del siglo XXI", todavía carente de programa escrito, que pretende apuntalar con reformas constitucionales y legales y con nuevas formas de organización como el PSUV.
El Movimiento V República (MVR), un aparato electoral que Chávez creó en 1997, y varios pequeños grupos radicales, aceptaron disolverse apenas el presidente lo pidió en diciembre, pero el PCV, el PPT y Podemos remitieron la decisión a congresos o asambleas partidarias, una vez que estuviera delineado lo que será el PSUV.
Ismael García, secretario general de Podemos, dijo en un mitin que "nos une el liderazgo del presidente, pero no participamos ni participaremos de ningún pensamiento único, porque el chavismo es un movimiento plural". El presidente deplora esta postura, que considera "empleo de los mismos argumentos de la derecha".
"Tenemos disposición de ir al partido unificado, pero diferimos del nombramiento a dedo de los propulsores. Creemos que deben ser elegidos por las bases, y todo el proceso supervisado por el (estatal) Consejo Nacional Electoral", dijo García a IPS la semana pasada, antes de sumergirse en el mutismo para no seguir chocando con el presidente.
José Albornoz, secretario general del PPT, pidió a comienzos de marzo "profundizar el debate y no estigmatizar a nadie porque piense diferente", pero agregó que "no voy a polemizar con el presidente, porque a un padre no se le responde".
Más recientemente, Albornoz anunció que su partido reuniría una asamblea de 350 dirigentes nacionales el 10 de abril para decidir el rumbo a seguir, y vaticinó que "sea cual sea la decisión, habrá una fractura y algunos cuadros abandonarán las filas del PPT".
Mientras los tres partidos atraviesan el actual limbo político —ni se integran a la propuesta de Chávez ni la rechazan— muchos de sus dirigentes regionales ya han desertado. Dos gobernadores y varios alcaldes del PPT y Podemos renunciaron a su militancia para integrarse a la organización del PSUV.
También comenzó la deserción de diputados en la Asamblea Nacional, con al menos cinco de los 18 representantes de Podemos ya pasados a la formación del PSUV. El PPT retiene a sus 11 parlamentarios mientras deshoja la margarita. Pero los 167 miembros del parlamento son oficialistas, pues la oposición boicoteó las elecciones parlamentarias de 2005, aduciendo falta de garantías.
El PCV se mantiene más disciplinado, aunque es un secreto a voces la división entre quienes quieren ir al PSUV y los que prefieren conservar el viejo partido, pues el de Chávez no será marxista-leninista sino que recogerá el credo del presidente, quien se proclama a un tiempo socialista, bolivariano, cristiano e indoamericano.
Chávez retuvo la Presidencia en los comicios de diciembre con 7,3 millones de votos, de los cuales 4,8 millones se recogieron con la tarjeta del MVR, mientras que Podemos colectó 760.000, el PPT 600.000 y el PCV 340.000. Los restantes 800.000 sufragios correspondieron a una docena de grupos menores, la mayoría de ellos ya dispuestos a adherirse al PSUV.
Para más adelante queda la discusión de si se cumplirá el anatema de Chávez sobre el "escarabajo" o si emergerá una nueva oposición desde dentro del actual chavismo. El politólogo Alberto Garrido dijo a IPS que Podemos podría al menos sostenerse como fuerza regional en el estado de Aragua, zona industrial al oeste de Caracas.
Las fracturas llegarían en un momento en que "buena parte del país, incluidos los chavistas, se muestra en desacuerdo con la implantación de un socialismo", comentó a IPS Oscar Schémel, director de la encuestadora Hinterlaces.
Chávez obtuvo su reelección con 63 por ciento de votos válidos, frente a 37 por ciento del opositor centrista Manuel Rosales, pero un estudio de Hinterlaces de este mes indica que 45 por ciento de los consultados están en desacuerdo con el socialismo, 22 por ciento no saben o no contestan y 33 por ciento apoyan la propuesta.
"Pero la mayoría de ese 33 por ciento asocia la idea de socialismo con programas sociales, mientras que 86 por ciento de encuestados rechaza la posibilidad de que se implante un socialismo al estilo cubano y 78 por ciento desaprueba la confrontación violenta y grosera con Estados Unidos", dijo Schémel.
Por su parte, el dirigente opositor Teodoro Petkoff, editor del diario Tal Cual, consideró "un craso error ver las peripecias del partido único como un asunto ajeno, porque detrás de la polémica entre Chávez y Podemos-PPT-PCV está toda una concepción de la sociedad, la política y hasta la vida",
Chávez "querría llegar a su partido desde una concepción puramente militar, pues en la institución castrense las órdenes no se discuten, y no quiere sólo un partido sino un país sumiso, obsecuente, temeroso y adulante", criticó Petkoff, quien fue 20 años comunista, hasta la invasión soviética a Checoslovaquia en 1968.
El general Alberto Muller, quien como militar retirado fue dirigente del PPT y ahora, una vez que Chávez lo reincorporó al servicio activo a los 70 años participa en la gestación del PSUV, aseguró que el nuevo partido "no será para sólo ir a elecciones ni para apoyar a un gobierno, sino para conformar un proyecto de país, pues es indispensable para llegar al socialismo del siglo XXI".