Proyecto turístico amenaza frágil reserva… En un acto de «típica corrupción», según denuncian ambientalistas, autoridades de México autorizaron a fines de 2006 dos grandes proyectos inmobiliarios en los linderos de la reserva natural Chamela-Cuixamala, cerca de las costas del Océano Pacífico, en el occidental estado de Jalisco.
Los proyectos, que incluyen hoteles, campos de golf y residencias, “fueron aprobados por presiones y en contra de leyes y de recomendaciones incluidas en múltiples estudios”, dijo a Tierramérica, Alberto Székely, portavoz del no gubernamental Consejo para la Defensa de la Costa del Pacífico.
En contra de la opinión de otras instancias oficiales, la Dirección de Impacto Ambiental los aprobó entre el 28 de noviembre y el 4 de diciembre. El 1 de diciembre asumió la presidencia Felipe Calderón en sustitución de Vicente Fox.
«Fue un típico sabadazo (acción de última hora y cuando el interés general está concentrado en otros asuntos) con tintes de corrupción», señaló Székely.
Aunque los planes de desarrollo se encuentran fuera del parque Chamela-Cuixamala, que comprende una área de 13 mil 142 hectáreas de bosques tropicales, lagunas y humedales, sí estarán dentro de un gigante polígono que las Naciones Unidas considera zona de reserva mundial.