La falta de vitamina A está estrechamente vinculada a la muerte de 350 personas por año en República Dominicana, mientras unos 400 niños nacen anualmente con deficiencias de ácido fólico que causan defectos en el cerebro y la espina dorsal, según estimaciones oficiales.
Esas 350 muertes representan 1,28 por ciento de los decesos anuales. Por falta de hierro, muchas mujeres sufren complicaciones graves durante la gestación y el parto.
La Secretaría (Ministerio) de Salud Pública, con la cooperación de organismos internacionales, lanzó el jueves 15 un programa nacional de fortalecimiento alimentario, con el que se busca reducir "drásticamente las deficiencias en las tasas de hierro y vitamina A en mujeres y niños".
El programa contempla enriquecer con hierro, ácido fólico y otras vitaminas complejas del grupo B toda la harina de trigo procesada para el consumo humano, además de someter los azúcares al mismo proceso con vitamina A.
A través del enriquecimiento de alimentos con vitaminas y minerales, las autoridades dominicanas esperan reducir la proporción de casos de anemia en siete puntos porcentuales, de 27 por ciento a 20 por ciento, en menores de cinco años.
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Al mismo tiempo, se intentará paliar la deficiencia de vitamina A, que afecta ahora a 22,7 por ciento de las personas, y reducirla hasta 10 por ciento al término de los tres años de ejecución del programa. También se buscará reducir en 20 por ciento los nacimientos de bebés con defectos cerebrales y anomalías en la espina dorsal.
El programa cuenta con una donación de cerca de 1,9 millones de dólares de la Alianza Global para el Mejoramiento de la Nutrición (GAIN, por sus siglas en inglés), de la cual el Banco Mundial sirve como fiduciario. El aporte de ese organismo, con sede en Suiza, es parte de un plan nutricional con un costo de 13,45 millones de dólares, al que también contribuyen productores y consumidores de alimentos.
La contribución de GAIN irá a la Comisión Nacional de Micro-Nutrientes, integrada por el sector público, organizaciones civiles, compañías de producción de alimentos e institutos de investigación.
"La concesión de donaciones de GAIN está basada en un concurso, y felicitamos a la Comisión por el lanzamiento de este proyecto, el cual confiamos traerá beneficios significativos y sostenibles a la salud del pueblo dominicano", dijo Marc Van Ameringen, director ejecutivo de la Alianza, en un comunicado de prensa.
Con los fondos donados se comprarán mezcladoras de alimentos, sistemas de control y regulación alimentaria, y se desarrollarán campañas de comunicación y mercadeo, así como estudios de impacto.
En principio participan del proyecto seis molinos de trigo y siete ingenios azucareros. Para 2009, las autoridades sanitarias esperan que 80 por ciento de la población dominicana consuma harinas y azúcares enriquecidos, mientras estudian aprobar una ley que obligue a la fortificación de estos alimentos esenciales de la canasta básica.
"A través de este proyecto, la fortificación se convertirá en una manera 'nutricionalmente' más saludable de procesar la harina y el azúcar en el país, sin que esto afecte el costo para los consumidores, pues será absorbido por las compañías de alimentos", señaló Bautista Rojas Gómez, secretario (ministro) de Salud Pública.
"Todas las acciones en ese sentido (de enriquecer los alimentos) siempre son buenas, porque se trata de mejorar la calidad de vida de la gente", dijo a IPS Silvio Minier, especialista en políticas sociales. El problema de estos programas "es que son muy coyunturalistas", añadió.
El proyecto, según las propias autoridades, se suma a los esfuerzos para cumplir los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), adoptados por la comunidad internacional en septiembre de 2000, particularmente los relativos a mejorar la salud materna e infantil.
El cuarto ODM llama a disminuir la mortalidad infantil en dos tercios antes de 2015. República Dominicana tendría que reducir las actuales 38 muertes por cada mil nacidos vivos a 12 por cada mil.
Christina Malmberg Calvo, representante del Banco Mundial en la República Dominicana, dijo "que ya es tiempo de dejar de hablar acerca de la fortificación de la harina y el azúcar y comenzar a producir y consumir alimentos saludables y más ricos en nutrientes, que mejorarán las vidas de todos los dominicanos".
Según un estudio comparativo de datos realizado por el Programa Mundial de Alimentos (PMA), la desnutrición en este país caribeño aumentó en los últimos años, pasando de 6,1 por ciento en 2000 a 7,2 por ciento en 2006.
"Dependiendo de las cifras que se tomen, el número de infantes menores de cinco años con desnutrición crónica es de 54.000 a 76.000 mil en la República Dominicana", declaró Pavel Isa Contreras, oficial del PMA, al semanario Clave. El PMA estima que el 27 por ciento de la población dominicana padece hambre.
Isa Contreras sostiene que "es muy probable" que las bancarrotas bancarias de 2003, que llevaron al país a la peor crisis económica de su historia, tengan que ver de manera directa con el incremento de la desnutrición.
Las quiebras de tres de los principales bancos costaron a la economía dominicana más de 2.000 millones de dólares. Según el Informe Sobre Pobreza en la República Dominicana, presentado en 2006 por el Banco Mundial, tras la crisis bancaria, alrededor de 1,5 millones de dominicanos pasaron a ser pobres.